Era incómodo, muy incómodo.
Bobbi iría al High School por su cuenta asi que estaba sola en el auto con Jace.
Un silencio pesado se instauraba y de vez en cuando miradas fugaces se daban entre nosotros. Era imposible mantener mi mente tranquila teniéndolo allí cerca, tiene un perfil muy atractivo, mandíbula marcada, nariz perfilada, pelo castaño oscuro y ojos grises intensos que desde aquí se aprecian en un color celeste ejemplar, es simplemente...
— ¿Te gusta la vista? — preguntó, sacándome de mis pensamientos casi de inmediato.
Lo único que hice al respecto fue retirar mi mirada por el rubor de mis mejillas, ¿cómo puede ser posible que me hubiese hipnotizado tan solo verlo?
— Emm... — estaba un poco nerviosa, — ¿sabes? A veces me sorprende tu ego. — dije con una disimulada seguridad, si se me hunde el barco que al menos me quede el timón.
— ¿Ego? — rió entre dientes, — perdona pero yo no he dicho nada, eres tú la que me observa como una acosadora. — dice con su mirada fija en el camino aunque con evidente diversión.
— ¿¡Acosadora!? — chillé indignada a lo que él tan solo rió, — yo no me la paso observándote, solo miraba a través de tu ventana. — miento, sé perfectamente que eso no era lo que hacia.
— Como digas... — dijo quitándole importancia al asunto, detuvo el auto y fijo su mirada en mí. — Al primer idiota que te toque... me avisas. — Sentí que lo decía con seriedad pero en el justo momento en el que mis pensamientos iban a materializarse una carcajada sonora se escuchó de su voz, — ¿No creerás que fue en serio? ¿o si...? — dijo conteniendo una risa socarrona.
— Eres un... dulce pétalo en flor, por no decir otra cosa. — espeté para luego abrir la puerta del auto con toda la rabia emanando de mi pero justo cuando iba a poner un pie fuera me tomo por el brazo.
— Cuídate preciosa. — dijo con voz suave mientras me guiñaba el ojo, lo mire con el ceño fruncido.
<<¿Qué forma de coquetear es esta?>>
No le respondí ni el guiño, ni le sonreí, tampoco le hable, era confuso el mensaje que trataba de expresar. Aun con el ceño fruncido me levante del asiento y salí del auto, dando pasos firmes mientras sentía su mirada clavada en mi espalda, no fue hasta que entre en el recinto que esa sensación incomoda desapareció.
A penas atravesé las puertas dobles note que era un lugar amplio y limpio, por donde iban y venían estudiantes. Todo eran voces y murmullos, para variar en otro idioma, tendría que acostumbrarme poco a poco al inglés, un cambio un tanto difícil tengo que admitir.
Sentía como las miradas curiosas me revisaban y de alguna forma el ambiente me intimidaba, todo era muy nuevo para mí, ni siquiera sabía dónde quedaba la secretaría y eso me preocupaba.
Empecé a caminar buscando con la mirada alguna puerta que me indicara el lugar que buscaba cuando súbitamente choque con alguien provocando que la carpeta que sostenía se desplomaran hasta el suelo, me agache de inmediato sin siquiera fijarme con quien había chocado.
— Disculpa, no me fije por donde iba. — escuche una voz masculina que me hablaba a lo que despistadamente dirigí mi mirada hacia él y me quede perpleja con lo que mis ojos admiraban; era rubio, alto y de ojos celestes, muy guapo, ¿qué digo? Era un adonis.
Vi cómo me miro expectante, casi analizando cada facción de mi rostro, de repente se agacho quedando a mi altura y dirigiendo sus hermosos ojos llenos de azul hacia los míos tomo un papel del suelo: — Creo que esto es tuyo. — al pronunciar esas palabras desvíe la mirada hacia su mano y tome lo que me ofrecía, <<tonta Jessica, ahí vas de nuevo de torpe como con Jace.>>
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EN LA MISMA CASA [ #1] *𝗘𝗡 𝗘𝗗𝗜𝗖𝗜𝗢́𝗡*
Teen Fiction"𝓃ℴ 𝒷𝓊𝓈𝓆𝓊ℯ𝓈 𝓊𝓃𝒶 𝓇ℯ𝒶𝓁𝒾𝒹𝒶𝒹 𝓆𝓊ℯ 𝓃ℴ 𝓅ℴ𝒹𝓇𝒶́𝓈 ℯ𝓃𝒻𝓇ℯ𝓃𝓉𝒶𝓇..." El inicio de un todo siempre es intenso... No somos nada. Decía... Pero el destino conspiró... A nuestro favor y en nuestra contra. Y ahora... Frente a las verdade...