Capitulo 8.- En el agua...

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Multimedia: Ayrton


Empecé a desvestirme, deslizando con delicadeza aquel vestido ligero que elegí para la fiesta en la piscina, siendo consciente de que debería quitármelo para darme un chapuzón.

Sentí un escalofrío deslizarse por mi espalda como pluma al tacto, dando por hecho que una mirada lejana me recorría completa con fijeza pesada por lo que no pude evitar rotar ligeramente mi cuello para observar a mi espalda, divisando a una distancia considerable a un chico de cabellos mieles que me miraba con afán.

Sonreí inconscientemente y dándome la vuelta para tomar mi paño de la tumbona le eche una mirada rápida, dándome cuenta que aquel chico se había movido de su sitio y desaparecido entre la gente.

Mire a mi alrededor buscando con la mirada, sorprendiéndome al voltear y conseguirme con su presencia justo frente a mí; su sonrisa era discreta pero evidente y tras elevar su mano para que la estrechara yo me dispuse a aceptarla pero en ese instante unos brazos fuertes me rodearon y echaron a hombro por lo que grite despavorida, dando pataletas y golpeando aquella espalda torneada para que me soltase de una vez por todas.

Pero nada de lo que hiciese surtió efecto siendo que pocos segundos después se echó a correr hacia la pileta, lanzándose conmigo a cuestas.

Tras sumergirnos con una fuerza impresionante sus brazos desenlazaron mi cintura dándome paso libre para subir a la superficie con un apremio palpitante en mi pecho; pude aspirar aquel aire fresco apenas mi rostro salió a la superficie y casi de inmediato un tosido atragantado invadió mi garganta, quería matar a quien fuese que se tiro al agua de tal forma.

Como si mis pensamientos clamaran aquello pocos segundos después vi emerger a aquella cabellera oscura y ojos grises, viendo como sus labios me dedicaron una sonrisa divertida mientras empezaba a acercarse nadando lentamente pero no le permitiría mas esto, no aquí y no ahora.

Empecé a chapotear y salpicarle con el agua pero él no retrocedía, en cambio, se sumergió, creando un pánico en mí pecho que hizo que empezara a nadar con premura hacia el borde.

Creí por un instante que lo lograría pero en el justo instante en que mis dedos iban a rozar con el material rasposo de la saliente unos brazos me rodearon la cintura y pegaron a su cuerpo; sentí como mi piel se erizaba ante ese tacto y un escalofrío envolvente corría en mi columna por su cercanía pero aun así me mantuve renuente a que me tocara, no quería, ya era mucho con demasiado soportar las miradas fisgonas de los que nos rodeaban.

Me moví y retorcí para que me soltara pero solo lograba que me apretara aún mas.

– ¡¿puedes soltarme?! Ya déjame en paz – le grite lo mas alto que pude y di gracias a Dios que la música camuflara todo lo que estaba sucediendo allí entre nosotros-

– tranquila fiera, harás que nos ahoguemos -dijo y luego extendió uno de sus brazos para sostenerse del borde, me aproveche de esos pequeños segundos para zafarme de su otro brazo pero justo cuando pensé que lograría escabullirme el volvió a tomarme por la cintura y me acerco, en serio, nada me sale bien, lo único que logre fue que quedáramos de frente, con sus ojos fijos en los míos.

– ¿sabes? Me hace gracia que pienses que por el solo hecho de traerme a una fiesta podrás hacer lo que se te venga en gana, y te lo diré muy claro Jace, yo no soy boletico de feria que se le vende a cualquiera -dije con rabia, y todo lo que decía era cierto, me había enfurecido que se lanzara a la piscina conmigo a cuestas, pero no era eso lo peor de la situación sino que aun gritándole con todas mis ganas él se sonrió divertido, este chico nunca podía seguirme en una discusión

EN LA MISMA CASA [ #1]  *𝗘𝗡 𝗘𝗗𝗜𝗖𝗜𝗢́𝗡*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora