Capitulo 11.- ¿¡QUE HICISTE QUE!?

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– ¡¿puedes explicarme dónde demonios esta Ethan?! -le grite exasperada, ya era la décima vez que repetía la misma pregunta pero él no se dignaba a responderme, observe como se encogía de hombros para restarle importancia al asunto y vaya que sentí como iba arder Troya- ¿¡Qué le dijiste!? -inquirí casi chillando por lo que él me observo enarcando ambas cejas y siendo honesta me importaba un comino lo que estuviese pensando-

– ¿quieres que te lo diga? -dijo mientras rotaba ligeramente su cuello sobre la almohada para mirarme.

<<nooo, yo solo estoy gritando como una loca porque tengo complejo>>

– es una pregunta estúpida ¿no crees? - espete con molestia a lo que el enarco la ceja desafiante mientras se levantaba de la cama para encararme, considerando su altura me sentía pequeña pero no me deje intimidar manteniéndome erguida ante su intensa e inigualable mirada.

De repente su brazo se estiro hasta cerrar la puerta de la habitación creando un sentimiento de ansiedad en mi interior.

– ¿que-que estas haciendo? -le pregunte nerviosa mientras notaba como se acercaba lento, a lo que yo retrocedía, pero me vi acorralada al conseguirme con la puerta a mis espaldas, mis ojos inconscientemente se fueron directo a sus labios los cuales se curvaron al instante-

– Le deje clara las cosas – dijo con un tono tan suave que me costó unos segundos procesar lo que acaba de decir-

– ¿¡QUE HICISTE QUE!? -le grite sin poder evitar alzar el tono de voz exageradamente por lo que él enseguida tapo mi boca y pego mi cuerpo a la madera de la puerta, provocando que un cosquilleo travieso cursara mi columna al percibir su cercanía-

– shh... -siseo con lentitud cosa que me pasmo al instante- vas a alertar a mis padres- dijo en voz baja lentamente- te soltare, si no gritas -dijo y por un momento dude, por un lado quería que me soltara para gritarle cuantas cosas se me vinieran a la cabeza y por otro solo deseaba tenerlo así, cerca, a pocos centímetros de mi rostro, dure unos segundos pensativa pero finalmente asentí, logrando que su agarre cediera con lentitud-

– ok, ahora... ¿¡puedes decirme porque demoni... -gritaba con ganas pero de repente sus labios impactaron contra los míos, causando que ese revoloteo travieso se hiciera presente en mi estómago.

La sorpresa de aquel beso fue desapareciendo a medida que él intensificaba mas y mas su ritmo, cosa que me hizo olvidar hasta donde estaba parada; instintivamente mis manos se fueron a su cuello, rodeando su nuca para atraerlo mas hacia mí, permitiendo que mis dedos sintieran ese cosquilleo a causa de sus cabellos.

Sus brazos rodearon mi cintura y cuando menos me lo espere me alzo en el aire, obligándome a rodearle con mis piernas.

Mi espalda impacto contra la pared y en ese instante nuestros labios cedieron lentamente, dejando nuestras frentes pegadas la una de la otra mientras que nuestras respiraciones agitadas se fundían.

– eres mía... -musito, pero al tenerlo tan cerca esas palabras llegaron a mis oídos con claridad causando en ese instante un escalofrío que erizo cada pequeña parte de mi piel

– que...? -pregunte un poco confundida a lo que el abrió los ojos de repente y los clavo en los míos, le mire sin comprender pero no dijo nada, solo me soltó y deposito en el suelo para luego darme la espalda mientras se dirigía hacia la cama, donde finalmente se acostó mirando hacia la pared.

Aquello me desconcertó demasiado, ¿qué había sucedido?, si hace solo segundos... si hace solo segundos nos besábamos...

Ahí comprendí que quizás siguiese molesto conmigo y por ello quería ignorar lo que acababa de pasar, o al menos eso pensaba. De repente solo sentí ese punzón en el pecho y esas incontrolables ganas de llorar, no comprendía que estaba sucediendo y eso me hacía daño, me lastimaba verlo dándome la espalda cuando yo solo me hundía en pensamientos.

EN LA MISMA CASA [ #1]  *𝗘𝗡 𝗘𝗗𝗜𝗖𝗜𝗢́𝗡*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora