¿Ves la cancion que esta allá arriba? reproducela apenas empieces, le agrega un toque a la lectura ;)
Estábamos mirándonos a los ojos, a pocos metros de la entrada del aeropuerto, queriendo detener el tiempo por un instante y dejarlo allí, sin que se nos escapara de las manos, o tal vez... volverlo todo atrás e iniciar de nuevo, en un punto donde las caricias y los besos no se sentían como una condena en nuestra existencia.
Su mano subió hasta mi mejilla acariciándola con cuidado, dándole paso a mis ojos para que se cerraran ante su tacto, su suave e inigualable tacto...
Mis ojos al abrirse se encontraron con los suyos, grises, intensos, llenos de un sentimiento que sabía no podía controlar, que allí estaba así lo ignoráramos, así tratáramos de olvidarlo, de dejarlo de lado.
— Así se sienten las últimas veces...— dije en casi un susurro.
Sus ojos viajaron por cada rincón de mi rostro hasta detenerse en mi mirada y allí pude percibir electricidad entre nosotros, como ese magnetismo el primer día, en el comienzo de todo esto.
— Tan intenso como una primera vez —dijo y mis ojos, inocentemente se desviaron a sus labios e inevitablemente cerré mis ojos reprimiendo los impulsos.
Sentí como la lejanía entre nosotros se cerraba, casi al mismo tiempo que el húmedo rozar de sus labios en mi frente, donde dejo un beso.
Cuando se alejó lentamente nuestros ojos volvieron a encontrarse, haciéndome sentir vulnerable ante las emociones que empezaban a desatarse en mi interior al sentirlo tan cerca y lejos a la vez.
— Discúlpame por todo— dijo subiendo sus manos hasta mis mejillas —por cada grito, cambio de humor, comentario— tomo una pausa, en la que sus ojos bajaron a mis labios y volvieron a mis ojos- por ser un imbécil cuando no debí –admitió, haciendo que un sentimiento que se ahogaba en mi pecho se desbordara, dándole permiso a mis lagrimales para que llenaran las orillas de mis ojos.
— Te disculpo...—dije casi susurrando por el nudo en mi garganta y fue allí cuando me envolvió entre sus brazos, haciéndome sentir refugiada en su pecho, donde me permití derramar las lágrimas que anhelaban bajar por mis mejillas.
Una última vez...
Al separarnos nos volvimos a mirar y pude notar que sus ojos estaban cristalinos, clamando al llanto.
— ¿No me olvidaras verdad?— pregunto, haciéndome reír entre lágrimas.
— No... —respondí agachando mi cabeza— ¿y tú a mí? —dije en voz baja.
Sentí un segundo después como sus dedos tomaban suavemente mi mentón, elevándolo hacia él.
— ¿Cómo voy a olvidar a la única chica que he amado de verdad?— dijo con su mirada fija sobre la mía, y sentí como algo dentro de mí se encendía y titilaba sin parar, quitándome el aliento.
Sus ojos se apartaron junto con sus dedos en mi mentón, y vi cómo se agacho levemente entregándome el mango de mi maleta.
Mis ojos pudieron captar como nuestros dedos rozaron cuando me entrego la maleta y allí se quedaron cuando los suyos se alejaron.
Sentí su cercanía repentinamente, y su mejilla rozo con la mía enviando cosquilleos por mi cuello.
— Sigues siendo la chica del cuarto de al lado— susurro a mi oído haciéndome sonreír, y cuando se alejó pude notar que él también sonreía. —adiós Jessica —dijo finalmente.
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EN LA MISMA CASA [ #1] *𝗘𝗡 𝗘𝗗𝗜𝗖𝗜𝗢́𝗡*
Teen Fiction"𝓃ℴ 𝒷𝓊𝓈𝓆𝓊ℯ𝓈 𝓊𝓃𝒶 𝓇ℯ𝒶𝓁𝒾𝒹𝒶𝒹 𝓆𝓊ℯ 𝓃ℴ 𝓅ℴ𝒹𝓇𝒶́𝓈 ℯ𝓃𝒻𝓇ℯ𝓃𝓉𝒶𝓇..." El inicio de un todo siempre es intenso... No somos nada. Decía... Pero el destino conspiró... A nuestro favor y en nuestra contra. Y ahora... Frente a las verdade...