Estaba cruzando la sala, a decir verdad que Ethan me llevara no fue tan incómodo como pensaba, en cambio, actuaba como si jamás hubiese dicho aquello y eso me aliviaba un poco, no es que lidiar con sentimientos que no puedo corresponder sea lo que necesito ahora.
Llevaba un rato rondándome en la cabeza el asunto de que alguna vez fue amigo de Fyl, se me hacía demasiado extraño, a simple vista dos chicos como ellos no congenian o bueno al menos eso pensaba...
Me adentre en mi habitación, con la mirada dispersa y distraída, cerré la puerta y me dirigí al gavetero, donde en la superficie deje mi pequeño bolso.
"Cascada rojiza..."
Ese pensamiento fue como un fugaz recuerdo, en serio, esas notas cada vez eran mas extrañas, no tenía ni la mas mera idea de que podría tratarse o quien era el remitente, y me dejaba un poco intranquila el no tener muy claro que era lo que sucedía allí... ¿Cascada rojiza? ¿qué diantres quiere decir eso?
– Veo que estas muy distraída -dijo una voz que conocía muy bien, sentí un escalofrío envolvente recorrer mi espalda, dejándome estática. Oh, no puede ser...
Mi respiración empezó a acelerarse, y aun sin verlo sabía que era él. Escuche sus pasos cada vez mas cerca y mi corazón palpitaba con una rapidez impresionante.
Sus manos envolvieron mi cintura, produciendo un cosquilleo travieso en todo mi torso, temblaba bajo su tacto y aunque tratara de controlarme todo se fue al carrizo cuando sentí su aliento correr por mi cuello. Suspire llevando mi cabeza hacia atrás.
Adiós a la conciencia...
– Creo que no he sido claro... -me susurro al oído causando un estremecimiento que noto. Empezaba a perder la cordura y lo poco que me quedaba de racionalidad se deslizo por mi piel cuando sus manos apartaron mi pelo y sus dedos se dejaron ir desde mi nuca hasta mi hombro, las sensaciones eran intensas, tanto que sin darme cuenta mi respiración era inconstante y agitada – pero con gusto... -dijo, dejando un beso en mi cuello- te haré comprender... -susurro a mi oído, dejando escapar una respiración que erizo cada centímetro de mi piel.
– Ja-jace... -jadee un poco al sentir su respiración bajar por mi cuello- n-no... -trate de detenerlo pero ya no podía controlarme a mí misma, mi cuerpo era un manojo de sensaciones tan envolventes que mi cerebro no reaccionaba, no lo hacía...
Un pequeño y suave mordisco en el cuello hizo que mis piernas flaquearan, logrando que mi espalda se curvara involuntariamente. Su respiración agitada de repente era mas audible y la intensidad del momento llenaba el aire. Perdí la noción de todo, del tiempo, del lugar, del espacio, no sabía como lo lograba pero lo hacía.
Me voltee para quedar de frente a él, notando que estaba totalmente agitada, mi pecho subía y bajaba con rapidez al igual que el suyo, y por solo un instante su mirada intensa conecto con la mía, bajando inconscientemente hasta sus labios, que lucían tan tentadores al verse tan rojizos y carnosos, mordí los míos sin darme cuenta, deseaba que me besara, probarlo aunque sea una vez mas...
Como si me leyera los pensamientos se acercó a mi rostro. Empecé a sentir esos impulsos apoderarse de mi cuando su respiración resbalo sin censura por mis labios
Dos toques de puerta...
¡Dos toque de puerta!
Jace se alejó lo mas rápido que pudo, justo a tiempo cuando la señora Marie entro en la habitación
– Jessica querida, ¿puedes... -dijo la señora Marie, pero cuando levanto la mirada enseguida noto la presencia de Jace- ¿que hace Jace aquí? - Wow, eso no sonó nada bien...
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EN LA MISMA CASA [ #1] *𝗘𝗡 𝗘𝗗𝗜𝗖𝗜𝗢́𝗡*
Teen Fiction"𝓃ℴ 𝒷𝓊𝓈𝓆𝓊ℯ𝓈 𝓊𝓃𝒶 𝓇ℯ𝒶𝓁𝒾𝒹𝒶𝒹 𝓆𝓊ℯ 𝓃ℴ 𝓅ℴ𝒹𝓇𝒶́𝓈 ℯ𝓃𝒻𝓇ℯ𝓃𝓉𝒶𝓇..." El inicio de un todo siempre es intenso... No somos nada. Decía... Pero el destino conspiró... A nuestro favor y en nuestra contra. Y ahora... Frente a las verdade...