EN LA MISMA CASA [ #1] *𝗘𝗡 𝗘𝗗𝗜𝗖𝗜𝗢́𝗡*

Capitulo 30.- Vodka, honestidad e impulsos.

Multimedia: Dylan <3 

Iba caminando a través de una calle... Street... Avenue... no sé, solo tengo conciencia para el poco o nada que queda en la botella de vodka y a decir verdad... ¿en dónde estoy?

Veo pasar a las personas en dirección contraria observándome raro pero no creo que haya nada malo conmigo aunque... se me mueve un poco el piso, ¡terremoto!. Empecé a correr como una loca pero mis piernas me engañaron y caí de rodillas.

Al levantar un poco la mirada note a alguien frente a mí, pero no alcance desde mi posición a verle rostro por lo que me incorpore, pero al hacerlo ladee un poco la cabeza... yo no lo conozco, ¿o si?

 —Pero que linda... —dijo con una voz insinuante y al sonreír mostro lo amarillentos que estaban sus dientes.

 —Eso podría ser queso... —dije asqueada apuntando su boca.

El hombre enseguida cambio su expresión, oscureciendo sus ojos observándome.

 —Ven acá... —me tomo por el brazo haciéndome sobresaltar enseguida.

 —¡Hey! Suélteme —le dije molesta pero él empezó a forcejear, presionando tanto su agarre en mi brazo, que empezaba a doler.

De repente mis piernas estaban fallándome y mi fuerza se descomponía. Haciéndome vulnerable ante los hales del señor que me llevaba a jalones hacia un callejón. Mi corazón empezó a acelerarse y trataba con todas mis fuerzas de zafarme pero no lo lograba.

Al pisar el umbral de aquel callejón oscuro grite con todas mis fuerzas pero sentí como se me iba el alama al notar que nadie venia. Seguía forcejeando para que me soltara, volteando desesperada hacia la luz de los faroles en la vereda, pero nada, nada venia.

Voltee hacia el hombre decidida a morderle la mano para que me soltara cuando escuche...

— ¡Suéltela! —grito alguien tras de mí y al voltear casi no pude detallar de quien se trataba. El hombre que me tenía agarrada me soltó sin mas, empujándome con una fuerza que me hizo caer al suelo desorientada.

Observe hacia ambos lados atontada cuando sentí la mano de alguien posarse en mi hombro, haciéndome voltear asustada.

 —¿estás bien? —me pregunto y a pesar de la poca luz en ese callejón los reflejos que provenían de la vereda me permitieron percibir las tiernas y graciosas facciones de Dylan. Literalmente estaba sin habla por lo que él sonrió negando con la cabeza. —vamos, levántate — tomo mi mano incorporándose, acción que yo imite.

Al estar de pie sentí como todo me daba vueltas y sin pensarlo dos veces me abrace a Dylan cerrando los ojos.

— Hey... ya paso... —le escuche decir con voz suave mientras acariciaba ligeramente mi cabello— vamos te llevare a casa —dijo y apartándome con delicadeza de su pecho me ayudo a caminar tomándome por la cintura.

(...)

Dylan estaciono el auto y yo con mis ojos pesados seguía observando el color gris del techo, sentía una extraña sensación en la boca del estómago y todo en mi cabeza estaba tan borroso...

— Oye, pequeña chica sexy y ahora ebria...— rió un poco, captando mi atención— ya llegamos —apunto hacia mi ventana y al dirigir mi mirada hacia la misma aviste la casa. Volví mis ojos a Dylan.

— Estoy bien aquí —dije encogiéndome de hombros mientras cerraba mis ojos —siempre estoy cómoda contigo —dije sin preocupaciones, era sincera, la gente ebria es sincera— es mas... puede que me atraigas, si, oh si  —seguía con los ojos cerrados y meneando la cabeza en el respaldo- me haces reír... —sonreí—me agradas...— dije pero no escuche una respuesta por lo que abrí los ojos, encontrando la sonrisa divertida de Dylan, que me observaba con detenimiento.