EN LA MISMA CASA [ #1] *𝗘𝗡 𝗘𝗗𝗜𝗖𝗜𝗢́𝗡*

Capitulo 40.- El "favor" (Maratón 2/?)

Caminaba por los pasillos de la universidad, ya era viernes y mañana en la noche me iría de vuelta a Brasil. La verdad aún tenía muy presente lo que dijo Jace en la cena y aunque estuviera molesta con él, una parte de mí también estaba dolida, es que no comprendía como podía ser tan imbécil, enserio...

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—No pongas en mi boca palabras que no he dicho— espeto con rabia, fulminándome con su mirada.

— ¡Eso me hiciste pensar! Y si tanto deseas irte, ¡termina de largarte! —Vocifere sintiendo las lágrimas en la orilla de mis lagrimales.

Dio dos pasos hacia mí, y a pesar de la oscuridad del patio la luz de la luna me permitía detallar sus facciones.

— Quizás haga lo que digas— dijo en un tono bajo como si estuviera calmado pero estaba lejos de eso- aunque al fin y al cabo me da lo mismo lo que tengas que decir...

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Cerré mis ojos con fuerza apartando el recuerdo y finalmente pare frente a mi casillero, donde empecé a introducir la clave hasta que me vi interrumpida por la presión insistente de un dedo en mi hombro.

Me voltee con el ceño fruncido, sin embargo al ver aquella cabellera rojiza oculta en un gorro de lana y esos ojos celestes cambie a sorpresa.

— ¿Tu? —pregunte un poco desconcertada pero pareció pasar de largo mi reacción.

—¿Me ayudaras?—inquirió metiendo sus manos en los bolsillos, haciéndome poner mis brazos en jarras.

— Yo estoy bien gracias— dije cortante, observando como me miraba con fastidio, en espera de que le respondiera su verdadera pregunta.

Me volví hacia mi casillero sin mas.

— No podré ayudarte— dije mientras sacaba una libreta y la introducía en mi bolso, escuchando como suspiraba con pesadez a mis espaldas.

— Pensé que eras diferente a los demás—dijo, haciéndome voltear para encararle.

— No es eso, ¿okey? Podría ayudarte y en serio que tendría las intenciones, pero no puedo, mañana en la noche me voy de Florida y como si no fuera suficiente estoy enfrentando un par de problemas, como para que un extraño— lo apunte —porque lo eres— recalque fulminándolo— insista en agregar más.

Fred alterno su mirada entre el dedo que le apuntaba y mis ojos, con el ceño fruncido.

— ¿Te vas mañana? ¿Pero porque?— me pregunto con cierta desilusión en la voz.

Baje mi dedo acusador y suspire.

— No soy de aquí, además extraño a mi familia.— <<al menos allá no hay tantos problemas...>>

Fred me observo por un momento sin decir nada, parecía estar procesando lo que dije y apenas lo comprendió bajo la mirada dando un paso atrás.

— Gracias de todos modos... —dijo en voz baja para casi al instante retirarse a pasos lentos con las manos en sus bolsillos.

Le observe como se alejaba a través del pasillo y algo en mí, esa parte endemoniada llamada "sensibilidad y empatía" me pedían a gritos que le ayudara.

Suspire en rendición. Al demonio el tiempo que quede.

—¡FRED! —grite, llamando su atención, puesto que enseguida se giró, posando su mirada sobre mí — ¿Puede ser hoy?