Capitulo uno.

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New Orleans, Louisiana.

Actualidad

Ian Hamilton

— ¡Dios santo, Ian! —exclama una voz femenina al otro lado de la habitación. Savannah  Montano una rubia, entra a la oficina de Ian y se sienta en una silla cerca de él—De verdad que necesitas dejar de jugar con tus computadoras y experimentos y volver a salir como lo hacías antes.

Cierro los documentos que utilizo en mi portátil y miro a mi amiga por encima del monitor. Me levanto de la silla y estiró los músculos. La rubia observa cómo mis músculos se tensan contra mi camisa y sonríe de lado. Me traslado hasta una bandeja de plata donde se encuentra una botella de Jack Daniel's y unos cuantos vasos de cristal. Si antes preguntar si mi compañera desea un trago, vierto en dos vasos la bebida y luego me acerco hasta ella y se la entregó. La rubia sonríe y se cruza de piernas.

— ¿Necesitas algo? —espeto. Ella arquea una ceja e hace una expresión haciéndose la ofendida.

—Que forma de recibir a una dama, Ian—hace un mohín y mira como tomo otro trago. —No necesito nada en absoluto ¿es que no puedo visitar a mi amigo?

Me encojo de hombros y vuelvo a tumbarme el sillón de cuero, esta vez viéndola.

—No siempre, recuerdo la última vez que viniste... Ambos terminamos en la cama follando como conejos.

Savannah siente sus mejillas arder y muerde su labio. Toma otro trago y desvía la mirada—Odio cuando utilizas esas palabras, puedes utilizar otras menos... Ofensivas. Además acordamos que no volveríamos hablar de eso y en mi defensa puedo decir que estábamos lo suficientemente borrachos como para pensarlo.

Me río y posó el vaso en el escritorio.

— ¿Por qué no me sorprende verte las veinticuatro horas del día metido en esta oficina? —pregunta la rubia arreglando su cabello con sus largas uñas color beige tomando un trago.

— ¿Por qué no me sorprende que hayas entrado a mi oficina sin tocar antes la puerta? —respondo irónico, mirándola.

—Te he estado diciendo que necesitas descansar. Deberías dejar de trabajar en... lo que sea que hagas y tomar vacaciones. —me sugiere ella. La navidad se acerca.

Vacaciones de navidad... Si tan solo pudiese tomar unas cuantas vacaciones lo haría sin pensarlo dos veces. Pero trabajo en un proyecto "súper secreto" como suelo decirle a Sav y no me tomo muchos relajos para terminar con él lo mas antes posible. Como pretende ella que tome unas vacaciones, cuando estoy bajo presión por trabajar con el gobierno de los Estados Unidos, posiblemente me matarían sino termino su proyecto lo más antes posible o si simplemente no terminara con el. Llevo ya dos meses trabajando junto con ellos y su gente comienza a colmarme la paciencia. Cada semana llaman preguntándome las mismas malditas preguntas sobre si he avanzado en su proyecto y cada semana vuelvo a darles las mismas respuestas.

Miró a mi amiga que me mira como si quisiese leer mis pensamientos. Bufa y bebe de su vaso.

—Quiero terminar con esto, no tengo tiempo para vacaciones ni nada por el estilo—contesto serio.

Sav rueda los ojos y chasquea la lengua.

—Te aseguro que hasta una piedra tiene más vida social que tu—dice ella burlona. Me río ante el comentario y niego con la cabeza.

—Te aseguro que una piedra no tiene una amiga tan fastidiosa como tu—ella deja ver una fila de dientes blancos cuando sonríe pasando una mano por su cabello. — ¿Puedes decirme de una vez que quieres?

Ella deja el vaso de cristal en el escritorio y luego suelta un suspiro.

—Quiero que hables con el asqueroso de tu amigo,  Jessey. Contando hoy es la décima vez que me toca el trasero—alza la barbilla—Terminará con un ojo morado sino le dices que no quiero nada con él. Rio, Jay puede ser muy profesional, pero a la hora del sexo y las mujeres es un completo adicto. Sobre todo con Savannah, ninguna mujer antes le ha rechazado un polvo eso hace que su fijación hacia ella crezca una vez más.

—No creo que eso ayude mucho—ella bufa haciendo una mueca—La única forma para que te deje en paz es que...

—No me acostaré con el—corta ella. —Ni porque sea el único hombre del mundo lo haría.

—Actúas como una niña sino te conociera pensaría que te gusta—ella hace un gesto haciéndose la ofendida y lo fulmina con la mirada.

—Ni hablar—rueda los ojos y cambia de tema—Derek está preocupado por ti no has tenido un respiro desde hace mucho tiempo. Me dijo que debo intentar convencerte en tomar algunas vacaciones pero le he advertido que te negarías—suspira.

—Tienes toda la razón, no tomaré vacaciones por los momentos—aseguró.

Parece que nadie puede contra el poderoso Ian Hamilton pero eso esta a punto de cambiar😏 .


Un mes de placerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora