Capitulo trece.

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Ian Hamilton

Observó como Vee se queda de piedra ante mí una sonrisa traviesa se forma en mis labios al instante y me acerco a ella lentamente casi puedo sentir como se tensa a medida que avanzó, Vee contiene la respiración y solo me observa me acerco a ella mas y mas como si fuese un felino grande. Le hago recordar a una pantera o tigre quizá.

Vee Stevens 

Antes de que vuelva a parpadear ya se encuentra lo suficientemente cerca de mi tanto como para percibir su olor es una mezcla entre el típico olor masculino y crema de afeitar.

—Me has dado un susto de muerte—exclamó. Él frunce el ceño.

—No veo porque ya sabía que estabas en casa y en la nota te he dicho que pasaré más tiempo contigo en la noche que en el día.

Asiento con la cabeza y observo como Ian mira la cama y luego a mí. Se acerca a la cama y se agacha para sacar la caja azul debajo de ella, suelto el aire que ni siquiera sabía que estaba conteniendo.

— ¿Por qué has escondido la caja? —me pregunta.

—Yo... No... No sé. Pienso que no usare lo que está adentro—juro que me quiero abofetear por estar tartamudeando Ian sin duda me pone nerviosa.

Saca el negligé rojo y se acerca a mí con la misma sonrisa sexy.

—Cher, obvio que lo usaras aunque no prometo que por mucho tiempo.

Deja el negligé en la cama y estira su brazo acariciando un mechón de mi cabello rubio que cae suavemente por mi rostro, pone una mano en mi cintura y la acaricia con delicadeza me pongo más tensa ante su contacto y reprimo un suspiro que se fuerza por salir de mi boca. Hacía años que he deseado que Ian Hamilton me acaricie y cuando lo consigo finalmente me tenso y me quedo como una piedra. Nunca antes me había sentido tan intimidada por alguien, pero en este momento me siento intimidada por Ian. Es alto y grande casi debo levantar mi mirada para observarlo amo tanto sus rizos dorados que me provocan enredar mis dedos en ellos. Sus labios se acercan peligrosamente a los míos y automáticamente estiro mi brazo y lo separó.

—Debemos hablar primero—pido con un tono nervioso en mi voz. El toma aun más distancia de mí y me mira con el ceño fruncido.

— ¿Hablar? ¿De qué podemos hablar? ¿De todas las formas en las que puedo hacerte suplicar de placer?

Trago saliva e intento confiar en que sus palabras no me afecten del todo.

—No tenemos nada de qué hablar en verdad—dice Ian.

—Podemos comenzar a saludarnos... como se debe—digo.

—Hola—sonríe burlón—has crecido mucho Vee.

—La última vez que me viste tenía 18 años era un poco mas flacuchenta que ahora y tonta. No creías que me quedaría toda la vida de aquella manera ¿no? —digo sarcástica.

—Por eso me sorprendí mucho al ver tus videos. Sin duda que a tus dieciocho eras un poco extraña.

Nunca en mi vida pensé que esas palabras me llegaran a doler tanto.

— ¡Claro si solo quería obtener un poco de tu atención idiota! —espeto. Y antes de que piense en lo que he dicho quiero morirme—Lo siento no escuches lo que acabo de decir.

— ¿Querías mi atención? Cariño te veía, sabía de tu existencia pero no podía acercarme a ti y seducirte eras solo una niña y te confieso que hacer el papel de pedófilo no me va para nada.

La atracción entre Venus e Ian es mas que evidente y lo peor es que ninguno se resiste a los encantos del otro. 💘 

Vee quiere empezar con un simple 'Hola'. Nuestro pervertido directo a la acción, ay Ian que desesperado estas😂 Si comparten la historia en alguna de sus redes sociales favoritas seria genial para mi que con el HT #UnMesDePlacer siga creciendo. 

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