Vee Stevens
A la mañana siguiente me remuevo en la cama cuando algunos leves rayos del sol traspasan la tela de la cortina haciendo que se posen en mi rostro. Gruño y pongo un brazo sobre mis ojos. Me había quedado dormida dios, me siento tan estúpida ¿Qué habrá pensado Ian de mi? Siento que todo mi cuerpo esta tenso y adolorido como si hubiese corrido tres maratones. Levantó la sábana que cubre mi cuerpo y veo que aun sigo desnuda inmediatamente sonrió al recordar la noche pasada las nuevas sensaciones que Ian me ha ayudado a descubrir y algunas cosas nuevas que he descubierto sobre él, como su lado tierno. Había jurado que ese lado lo había perdido por completo años atrás pero anoche me demostró que aun sigue ahí, no es muy visible o se muestra mucho pero sé que lo tiene. Me estiro aun acostada en la cama y me doy cuenta que estoy sola, solo queda un espacio frío junto a la pequeña sonrisa en mis labios, pero claro... no puedo esperar a que el este aquí y me salude con un beso y los "Buenos Días Preciosa" como suelo leer en mis novelas románticas. Eso solo pasa en películas y libros no en la vida real.
Me levanto y camino hasta el baño para ducharme jadeo al verme en el espejo mi cabello esta alborotado y mis labios siguen hinchados tengo un cierto brillo extraño en mis ojos. Puedo hasta decir que tengo un aspecto no muy agradable me veo reluciente me siento en parte feliz y complacida y por otra parte avergonzada y extraña. Me ducho y me visto para salir de mi habitación, cuando paso por la biblioteca unas vívidas imágenes se cruzan por mi cabeza recordando cómo me ha besado y desnudado aquí. Siento estremecerme hasta que veo mi ropa cerca del piano mis bragas se encuentran sobre el teclado al igual que mi camisa me sonrojo y me adelanto a recogerlas. Como he podido olvidarme de ese detalle cualquiera pudo haber visto mi ropa.
Una vez que recojo todo salgo de la habitación chocando contra alguien y haciendo que se me caiga todo lo que llevó en brazos. Levantó la vista y veo al hombre que me ha recibido el primer día que llegué aquí esta vez lleva vaqueros negros y una camisa a cuadros, su cabello esta desarreglado dándole un toque rebelde y puedo detallar que es muy apuesto. El mira mi ropa en el suelo y se agacha para recogerla me apresuro y pongo todo en mis brazos. Me frunce el ceño y me mira raro.
—Yo...Necesito lavar esto—señalo la ropa. El chico sigue mirándome dudoso.
—Tienes que subir las escaleras y verás una puerta blanca también puedes dejarlo en la cesta de la ropa que hay en tu habitación, como quieras—se encoge de hombros y se va.
Cualquiera estaría afectada si pasara una noche así con Ian Hamilton😏❤️.
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Un mes de placer
RomanceLa venganza suele ser dulce y aun mas cuando el deseo está de por medio. Pero cuando la lujuria y la venganza se combinan puede llegar a ser un poco peligroso, pero también ¿excitante? Ian Hamilton un hombre apuesto y más que dispuesto a cobrar veng...