Capitulo treinta y nueve.

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Jack Thompson.

Subo el cierre de mi chaqueta de cuero y aprieto la mandíbula reprimiendo el impulso de romper la puerta con una patada y agarrar a golpes a Ian Hamilton.

Paciencia pienso. El jefe me ha prohibido lastimar o matar al sujeto de su objetivo. Salgo de la extensa entrada de la mansión Hamilton con el frío viento de invierno abrazándome a mí mismo haciéndome estremecer subo la vista al cielo y contemplo las nubes cargadas de agua. Estoy seguro que las seguidas lluvias que hay es una señal de la próxima nevada, tal vez no tan fuerte pero lo habrá. Entro a mi Audi R8 plateado y arranco el motor en menos de un minuto ya me encuentro a las afueras de la vivienda Hamilton.

Mientras cruzo las calles transitadas de New Orleans mi celular suena vibrando en mi bolsillo derecho una y otra vez. Decido ignorar a quien sea que este llamando solo tengo en mente ir hasta donde el jefe en el fallido plan de pedirle el proyecto de una manera "fácil". Rio con amargura cuando la voz del jefe resuena en mi cabeza ordenándome decírselo de buena manera como si preguntara por dulces. Definitivamente un plan muy blandengue para un mafioso. Me había confiado creyendo que por estar infiltrado entre el gobierno y trabajar como uno de ellos podía conseguir los planos para mi gente, tenía la esperanza de que así fuera pero nunca pensé en un principio preguntarle al Coronel si las había registrado antes de mi metedura de pata. Hamilton es un hombre inteligente y sé que mi insistencia le preocupa, solo espero que no sospeche nada extraño o comience a investigar porque eso si que me traería muchos problemas.

Llevo casi medio año en el gobierno trabajando bajo el nombre de Jack Thompson. Bufo. Típico estúpido nombre americano, comienzo a extrañar mi nombre real Nikola Koslov. Si no hay algo que mas odie que Estados Unidos es estar pasándome por unos de sus habitantes.

"Hazlo por tu familia" ha dicho mi jefe antes de insertarme en la misión.

Mi celular comienza a sonar nuevamente y lo cojo deteniendo el coche en el semáforo rojo.

— ¿Qué? —espeto.

—Maldición, Koslov mueve el culo. Viktor esta comenzando a amenazarme sobre arrancar tu cabeza y ponerla de trofeo sino estas aquí en un instante.

Como si me importara que use mi cabeza como trofeo o como pisapapeles.

—Estoy allá en 15—digo.

—Que sean 10—y se corta la llamada.

Espero que el semáforo cambie a verde y avanzo a toda velocidad.

Cierro las puertas del Audi detrás de mí y me adentro en el edificio viejo y mugroso. Por fuera parece un simple edificio abandonado pero por dentro tiene cosas, muchas cosas que las personas normales y aburridas no pensarían jamás. Siento las miradas de mis compañeros sobre mí mientras camino por el pasillo evitando la mirada de algunos de ellos. Algunos están en una habitación jugando póker, otros entrenando o golpeando cosas—o a alguien—y probablemente teniendo sexo con una cualquiera.

—Eh, hermano.

Mishauv pasa por mi lado y toco su hombro recibiendo un fuerte empujón de su parte.

—No me toques—gruñe y sigue caminando.

—Lo siento, hermano me olvide de ello—digo.

— ¿Hermano? —Bufa—Has pasado mucho tiempo con los americanos—reprocha.

He decidido que Jack Thompson es Ian Somerhalder porque vamos quien alguna vez no lo amo en The Vampire Diaries 😍.

Un mes de placerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora