Cincuenta.

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Vee Stevens 

Camino por el vestíbulo para localizar a Ian el nunca deja la puerta principal abierta. Nunca. Camino hasta encontrarme con su mirada color miel me paró en seco cuando veo la cara pálida y asustada que tiene algo me dice que debo salir de aquí correr y volver a casa, pero algo más me incita a no moverme eso sería aun más peligroso. Observó como Ian traga saliva constantemente sin percatarme del otro hombre que está en la sala hasta que este se da la vuelta y me sonríe.

—Cariño, tu no eras parte de la fiesta pero siempre puede haber un invitado mas—dice.

Su tono de voz me asusta por completo, este estira su gran brazo hacia mí y me sujeta contra su cuerpo. Mi corazón a empezado a latir con rapidez y la sangre me empieza a bombear por todo el cuerpo aumentando todo mi miedo mientras que la cara de Ian continua siendo tan pálida y blanca como un papel, jadeo y suspiró entrecortadamente cuando siento algo cálido posado en mi cintura bajo mi mirada curiosamente y observó una pistola, levantó la mirada y me encuentro con la de Ian el cual solo refleja pánico en sus ojos. Esos ojos que tanto amo y que ahora solo reflejan temor y miedo, mucho miedo.

—Jack...—habla el chico frente a mí.

—Nikola—gruñe el hombre exasperado.

—Nikola, no es necesario que la metas a ella en esto—dice en tono suplicante.

— ¿Acaso eso interesa? —pregunta el hombre que me tiene presa contra su cuerpo apuntando la pistola en mi cintura.

Ian se relame los labios.

—Es muy preciosa—acaricia mi brazo y no puedo evitar sentir asco y repulsión a su tacto, respiro profundo e intento calmarme—Sería una pena matarla—habla.

Matarme. Hago un ruido agudo.

— ¿Me darás el proyecto? —pide a Ian.

— ¡He dicho que no! —espeta él.

— ¿Ni siquiera por ella? —pregunta arqueando una ceja.

Ian posa  su mirada en mí se que ve que estoy a punto de llorar. Sé que se encuentra en un gran debate ahora mismo.

—Si por ella sí, pero no puedo darte el proyecto ni por mi vida lo daría—dice.

Nikola se pone duro como una roca y resopla haciendo que su aliento cálido llegue a mi oído.

—Entonces esto es todo, dile adiós a tu zorra—dice.

— ¡Mierda no! —grita Ian.

Ian Hamilton 

Veo como Nikola la tira hacia un lado y en menos de un segundo ya ha cargado el arma y la apunta contra su pecho. Vee deja escapar un grito ahogado seguido por las lagrimas mientras Nikola aprieta el gatillo seguidamente de un chillido que resuena en el lugar seguido por mi grito. Zafiro salta al brazo de Nikola aferrándose a él haciéndolo soltar su arma producto de los rasguños este se zafa rápidamente de la perra intentando llegar al arma que está a un metro de distancia.

Reaccionó y corro rápidamente a tomar la pistola y la sostengo con mis manos temblorosas apuntando a Nikola. Una, dos, tres balas y el cae al suelo dejando un charco de sangre a su paso veo como su pecho sube y baja con regularidad intentando lograr respirar mientras mira al techo sus ojos se desorbitan, levanta la cabeza y me mira dedicándome una sonrisa.

—Si yo muero, la mujer también lo hace—mete la mano en su chaqueta como puede sacando una segunda pistola y dispara. Una, dos veces.

Vee se tambalea y pone una mano en su pecho después de jadear fuertemente, Nikola suelta un último aliento antes de morir. Grito y corro hacia Vee que cae al suelo sangrando. Sostengo su cabeza y me siento a su lado tomando sus manos entre las mías.

—Venus lo siento demasiado—mis ojos comienzan a arder por las lagrimas. Ella me mira y sonríe.

—Eres un idiota por haber mandado esa nota—dice con voz rasposa—Pero te sigo amando.

—Lo siento, solo te quería a mi lado yo... yo también te amo—una lagrima cae por mi mejilla ella sonríe—Lo siento tanto por lastimarte soy un imbécil, lo siento por todo, llamaré a emergencias amor.

Intento moverme pero ella no me lo permite, sostengo aun más fuerte su mano.

—No me dejes—súplica.

—No lo haré—susurro—debo llamar a emergencias.

—Ya no me duele tanto—dice suspirando irregularmente—En realidad casi no siento nada.

—Tengo que llamar a emergencias—pasó una mano por mi cabello frustrado.

Tomo mi celular como puedo sin soltar su cabeza y marcó el número de emergencias para luego poner el auricular en mi oído.

—Sabes... de repente tengo sueño—hace una mueca cuando se mueve y pone una mano en mi mandíbula—Te extrañe.

Hablo con la operadora y un gran alivio recorre mi cuerpo al saber que todo estará bien dentro de unos minutos.

—Tienes que aguantar, se fuerte, Cher—digo.

—No puedo, casi no siento mi cuerpo—una lágrima resbala por su mejilla y de inmediato la limpio con mi pulgar.

Vee cierra los ojos poco a poco.

— ¡Venus no cierre los ojos! Maldición no te vayas a morir, no en mis brazos—ruego con mi voz temblorosa debido a las lágrimas.

—Gracias por todo, Ian, te amo—dice.

[FIN].

Último capítulo y el final, gracias por todo su apoyo una vez mas 😭😳. Espero que alguna vez encuentren a su Ian perfecto o su Venus perfecta y tengan un final feliz. Para no ser mala les dejare de una vez el epilogo.

¡😊💜!


Un mes de placerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora