Capitulo cuarenta y uno.

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Vee Stevens

La multitud de gente en el barrio Francés de New Orleans es sorprendentemente espesa, las calles están transitadas por diferentes autos y las aceras llenas de personas por doquier. No me sorprende si me desmayo aquí mismo. Ian posa su brazo sobre mis hombros y me acerca más a su cuerpo. Se siente tan genial poder caminar con el así y reír como si de verdad fuéramos una pareja. Ojala. Suspiro y le sonrió cuando me dice algo, cierro un poco mi chaqueta por el frío que empieza a colorarse por mi piel dándome escalofríos.

—Hace frío—murmuró.

—Ni me lo digas ¿Quién diría que New Orleans este tan frio? Siempre pensé que era más cálido que frío—dice.

Asiento y señaló con mi dedo un local.

— ¡Mira, Starbucks! —digo sonriente.

Ian pellizca mi mejilla y me lleva hasta ahí.

—Pareces una niña pequeña emocionada por su muñeca—dice divertido.

—Te digo, nunca creí emocionarme tanto al encontrar un Starbucks aquí. Siempre ha sido mi delirio y sin ofender, pero estar dos semanas encerrada en tu casa no me ayuda en nada.

—Pero no pones resistencia alguna, sabes que te gusta Cher—me guiña un ojo y pide un Moccacino y un café solo, junto a un cupcake de chocolate.

Le doy un mordisco al cupcake y disgusto su sabor.

—Hmm... No son tan buenos como las magdalenas de Diana pero algo es algo—digo disfrutando mientras Ian limpia una migaja de mi labio con su dedo pulgar y se lo lleva a la boca.

—Nadie mejor que Diana—sonríe.

—Claro que si, cocinas como un profesional—señaló—Seria genial poder llevarte a ti o a Diana hasta Houston—dejó escapar un suspiro y su sonrisa cambia a una mueca.

— ¿Te gustan los caballos? —lo miro con un brillo en mis ojos que creo que lo responde todo.

—Me encantan—digo.

—Vamos, te mostrare algo—sonríe y toma mi mano.

Caminamos unos cuantos minutos hasta llegar a un lugar donde se encuentran varios puestos de mujeres con sus cartas del Tarot y pinturas de artes, alguna que otra tienda de tatuajes y piercing y por último paseos a caballos. Mi cara inmediatamente se ilumina al verlos atados a un carruaje, siempre me han encantado. Apretó la mano de Ian a la mía y luego de haber pagado por ambos nos subimos al lindo carruaje cuando el caballo comienza a andar miró encantada el paisaje a mi alrededor aunque esta todo un poco oscuro logro ver gran parte. Sonrió. Ian es tan considerado conmigo, generoso, amable y además es un amor.

—Gracias—susurro y apoyo mi cabeza en su hombro.

—No tienes porque agradecer, Cher—sonríe.

Estoy completamente enamorada de él, en mi interior esta declaración me hace sentir tan cálida y a gusto conmigo misma. "Cuando se ama, el corazón es que el juzga". Me dijo mi profesora de literatura una vez, quiero asegurarme de que Ian sienta lo mismo y decido dar el primer paso. Se lo diré así tal vez ambos podemos comenzar una vida...juntos.

Cuando el cabello se detiene e Ian se asegura en ayudarme a bajar me abalanzo encima de él y le doy un beso. Casi se cae ante la sorpresa y responde el beso pasando sus manos por mi cintura.

—Debería darte un paseo a caballo más a menudo—dice riendo divertido.

—Ian...—las palabras se traban en mi costándome respirar con normalidad.

— ¿Si? —espera que hable pero no se cual será su reacción.

Tomó aliento y me doy fuerzas para decir esas dos simples palabras. Todo cambiará a partir de esto estoy segura solo espero que sea para bien.

—Te amo—suelto. No dice nada al contrario hace como que no escucho y se va caminando delante de mí dejándome con este mal sabor de boca.

Sigo a Ian casi corriendo, camina rápido y no mira hacia atrás. Soy una estúpida ¿Cómo creería que él me amaría? Bufo y vuelvo a llamarlo intentando detenerlo. Debí haberme callado yo y mis estúpidas manías de hacer las cosas antes de tiempo. Mi corazón bombea sangre rápido y mi respiración se agita más con el frío. Cuando ambos entramos al estacionamiento donde se encuentra el auto suspiró se que hablaré con él. Ian abre la puerta del auto aun sin mirarme y entra del lado del piloto rápidamente aferrando sus manos al volante e intentando respirar calmadamente.

Ian bipolar Hamilton tomando café en multimedia la foto fue sacada por Vee ¿Qué pasara despues de ese te amo?


Un mes de placerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora