Un mes de placer

Capitulo diez.

«Bienvenida Mon Cheri.
Me alegra que hayas decidido salvarle el pellejo al viejo de tu padre y aventurarte a pasar un mes conmigo. Eres una mujer muy inteligente, sinceramente es un placer en muchas formas, tal vez no nos veremos mucho en el día ya que trabajo pero por la noche te aseguro que nos veremos y mucho...

Te diré algunas reglas para que puedas pasar este mes, primero no puedes utilizar tu celular para llamar a tu papi, segundo no puedes salir a la ciudad al menos que te acompañe yo mismo. Y por último como te he dicho antes debes cumplir tu mes entero nada de largarte antes. Un trato es un trato querida. Espero que lo cumplas así tu también disfrutarás de este mes. Aunque dudo que no lo hagas...

Posdata: En la caja hay otra cosa que quiero que veas, te aseguro que te gustara.

Ian Hamilton »

Arrugó rápidamente el papel y lo tiró con fuerza contra la pared el muy imbécil piensa tratarme como si fuese su esclava, no me dejara utilizar mi celular, no puedo salir si quiero,  estaré como una esclava. Como su maldita esclava. Es un idiota en lo absoluto en estos momentos solo quiero salir corriendo de aquí y volver a Houston. Todos los planes que tenia para mis vacaciones han terminado en la basura y ahora me encuentro aquí en una mansión en New Orleans esperando ser utilizada como un juguete.

Maldigo en voz alta y me siento en la cama ¿ahora que tengo que hacer? ¿Esperar a que se haga de noche para acostarse conmigo? Dios santo en serio que estoy loca. A veces dudo de su inteligencia. Una persona inteligente no es capaz de hacer esto ¿o sí? De algo si estoy segura y es de no devolverle la palabra a mi padre nunca más después de esto. Se supone que un verdadero padre no ofrece a su hija a cambio de que no lo chantajeen más, me río al pensar en que Nicholas me llegue a tratar como su hija alguna vez cuando lo único que intenta es controlar mi vida como si tuviese dieciséis. Observó la caja abierta y saco lo que hay adentro. Sé que es algo liviano como tela y me da curiosidad ver que es.

Pongo una mano en mi estomago cuando gruñe reclamando por comida. Tal vez después de todo tengo que pasar por la cocina a comer algún bocadillo. Dejó a un lado el envoltorio y salgo de la habitación y como me lo imaginaba es el sueño perfecto para cualquier chef. Un delicioso olor se apodera de mis fosas nasales haciéndome suspirar, una señora mayor se encuentra aquí guardando algunos platos e inmediatamente se gira para verme. Me sonríe formándosele unas leves arrugas en sus ojos.

—Hola cariño debes ser Venus ¿cierto? —asiento. Me llamo Diana mi esposo me ha dicho que te guardará algunas de mis magdalenas de chocolate—se acerca hasta el microondas y saca del una pequeña bandeja con las magdalenas en ella. La boca se me hace agua al percibir su exquisito olor sin duda que me vendrá bien probar una.

Estiro mi mano y tomo una a continuación le doy un mordisco cierro los ojos por el sabor celestial de la magdalena en mi boca dios, esta mujer sí que sabe cocinar.

— ¡Están deliciosas! —le digo.

—Gracias—sonríe y se quita el delantal. Me tengo que ir nos vemos mañana cariño—dicho esto sale de aquí.

Termino de comerme la magdalena y cojo otra para comérmela en mi habitación al sentarme en la cama vuelvo al ver el envoltorio a un lado y decido abrirlo. Mis ojos se abren al ver lo que contiene.

Disfruten el cap. Ian e Vee estaran locos el uno por el otro yo que se los digo. :) Au revoir.