My Girl-Boy. [Español]

Años antes...

Toledo, España.

— ¡A dónde vas! —grita la mujer.

— ¡Ya no te soporto! ¡Me voy de esta maldita casa de una vez por todas!—le grita mientras toma su maleta y camina dando largas zancadas a la salida.

— ¿Te has vuelto loco? ¡Tenemos una hija de trece años! —suelta, con histeria y poniendo una de sus manos en su brazo para intentar detenerlo.

— ¡No pondrás a nuestra hija por el medio otra vez! ¡Ya está decidido!

— ¿¡Nos abandonarás!?

—Tú lo quisiste así.

— ¡Antonio! ¡No puedes hacernos esto! ¿¡Qué haré yo con una niña sola!? —grita, siguiendo sus pasos hacia el auto.

—Eso debiste pensarlo antes —musita, con frialdad antes de subir y arrancar el auto.

— ¡Antonio! ¡Antonio! ¡No puedes hacerme esto! ¡Por Dios! ¡Reacciona!
Pero sus gritos y golpes al auto no son suficientes para impedir que su esposo se marche.

Da un grito ahogador antes de entrar corriendo devuelta a casa. Sube las escaleras para encerrarse en su habitación y adentrarse en sus propios llantos y lamentos.

— ¿Papá? ¡Papá!

Melisa corre en dirección donde se ha marchado el auto de su padre minutos antes, y que la niña pudo notar al espiar la discusión de sus padres.

— ¡Papá! —vuelve a gritar.

Ya es imposible que su padre escuche sus gritos. A medida que los minutos pasan, los kilómetros recorridos se hacen más extensos. Se detiene en un punto vacío, donde las personas no transitan y el sol apenas toca.
De un momento a otro, su preocupación ya no es el hecho de que su padre se fue, sino el lugar donde se encuentra. Quiere retroceder, pero nota una sombra que se acerca a ella desde la oscuridad.

— ¿Qué haces aquí, cariño? ¿Te perdiste?

Sus ojos están rojos por los efectos del alcohol, su ropa luce algo sucia, su cuerpo es fuerte y tiene una sonrisa maliciosa en su rostro.
Melisa trata de correr pero en ese momento, supo que era demasiado tarde, su cuerpo estaba siendo tocado por las sucias manos de ese hombre...

***

NOTA IMPORTANTE:

Esta historia es un BORRADOR. Soy consciente de que tiene muchísimos errores que aún intento reparar.

Gracias por darle una oportunidad.