Salgo con Mia del departamento de Alex, y juntos subimos al auto para tomar rumbo a mi casa. El viaje no es tan lejano, por lo que cuando llegamos, vuelvo a tomar su maleta para ayudarla. Saco mis llaves de mi bolsillo e introduzco la llave correcta en la cerradura, al entrar, nos encontramos con mi madre.
— ¡Mia! —le dice, sonriendo. Deja una de sus libretas sobre el sillón y se levanta para saludarla—. Que sorpresa.
—Hola señora Susana —besa su mejilla, observándola con una sonrisa.
—Mamá, Mia llegó hace un rato de sorpresa, ¿No te molesta que se quede? —le pregunto. Mamá niega de inmediato, no sé interpretar su sonrisa.
—Claro que no hijo. Es un gusto tenerla aquí —dice, mientras vuelve a sentarse en el sillón. Yo le agradezco con una sonrisa.
Escuchamos unos pasos bajar con velocidad las escaleras. Mi hermana viene distraída, pero al vernos, se queda estática.
—¡Cuñadita! —exclama Mia, mientras se acerca a ella extendiendo sus brazos.
Emma hace una mueca de desagrado, yo niego con mi cabeza, algo molesto. La verdad no entiendo por qué actúa así ahora. Hasta hace un tiempo atrás se llevaban muy bien, de hecho, me atrevería a decir que eran amigas.
— ¿No te da gusto verme? —pregunta, mirándola. Emma me lanza una mirada y luego agacha la cabeza, suelta un suspiro y asiente.
—Sí, me da gusto.
Me quedo observando su expresión unos instantes. Voy a decir algo, pero soy interrumpido por las palabras de mi madre.
— ¿Quieren cenar? —parece hablar para calmar el ambiente. Yo miro a Mia, ella niega con su cabeza sonriéndole amable.
—Yo no tengo hambre, gracias.
—Tampoco yo, estoy un poco cansado —digo, tomando nuevamente el equipaje de Mia.
Mamá tan solo asiente y toma la libreta que hace un rato tenía sobre sus manos, se levanta del sillón y nos da una sonrisa antes de subir las escaleras. Seguramente, rumbo a su habitación.
—Buenas noches —dice Emma, antes de seguir los pasos de mamá. Me quedo algo sorprendido con su comportamiento. Sé que no le agrada Mia pero, ¿Tanto así?
—Tú hermana es extraña —me dice ella, encogiéndose de hombros. La observo, intentando buscar alguna respuesta.
— ¿Por qué ya no se llevan bien? —pregunto, ignorando su comentario. Ella gira los ojos, y suelta un suspiro.
—No lo sé, amor. Comenzó a alejarse de mí y ya.
—Qué extraño —murmuro. Ella se acerca a mí, y pone sus brazos alrededor de mi cuello.
—No hablemos de tu hermana —me besa. Yo no puedo evitar corresponderle—. Te extrañé mucho Matt.
—Y yo a ti —la rodeo con mis brazos, respondiendo a sus caricias. Ella me sonríe. Su lápiz labial continúa intacto.
— ¿Por qué no vamos a tu habitación? —susurra cerca de mi oído. Yo sonrío, vuelvo a besarla mientras caminamos de esa manera hacia mi habitación.
Melisa Wells.
Despierto cerca del medio día. De verdad agradezco que hoy no tenga clases, porque anoche dormí muy poco estudiando, soy una especie de zombie.
Bajo las escaleras y busco mi cereal porque muero del hambre. Una pequeña nota pegada en el refrigerador me hace sonreír.“Hija, fui a la casa de una nueva amiga vuelvo más tarde, te quiero :)”
Ay mamá.
Al tener preparo mi desayuno, voy hacia el sillón de la sala para distraerme un poco viendo televisión. A decir verdad, no soy muy fan de los noticieros, sí de las películas.
Frunzo el ceño cuando un sonido en mi celular me distrae, el número es completamente desconocido. Dudo en contestar o no, pero finalmente lo hago.
ESTÁS LEYENDO
My Girl-Boy. [Español]
Novela JuvenilMelisa Wells es una chica diferente a otras. Ella ha vivido encerrada con sus más grandes temores y, al parecer, nadie puede notarlo. En su vida, tiene impuesta una regla que por muchos años ha permanecido intacta; "No hombres en su vida". ¿Por qué...