Capítulo 16: No quiero presionarte.

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[Sin editar]



Debo admitir que se me hace un poco incómodo que me observe de esa manera. Es como si quisiera leer mi mente con tan solo observarme.

—¿Te estoy asustando? —me sonríe—. Lo siento. Soy de esas personas que creen que pueden conocer a los demás analizandolas o algo así.

Se encoge de hombros, y se suelta una risita. Yo no puedo evitar hacer lo mismo.

—No, tranquila. Está todo bien —le digo, sonriendo.

—¿Eres amiga de Matt? —me pregunta, mientras se sienta en uno de los sillones.

—Nos conocemos hace un tiempo —le respondo—. Aunque no estudiamos lo mismo.

—Siéntate —me dice al ver que yo no me muevo. Me río, y sigo sus indicaciones, me siento cerca de ella—. ¿Qué estás estudiando?

—Psicología.

—Te llevarás bien con mi Mamá —me dice, con diversión. Yo sonrío.

—¿Tú tienes pensado estudiar algo?

—Diseño o fotografía —dice, y suelta un suspiro—. Pero aún no lo decidí bien.

—Puedes estudiar diseño y hacer un pequeño curso de fotografía.

—Es una de mis opciones. —Sonríe, ella tiene esa mirada que te inspira confianza—. ¿Trabajas?

—Quiero hacerlo pero no encuentro nada aún —le digo, haciendo una mueca.

Ella se queda pensando unos segundos, y luego vuelve a sonreír.

—Tengo una compañera que me comentó que su tía tiene una cafetería y pastelería. Necesitan a una chica que atienda y le ayude con algunos pedidos, ¿Te interesa? —ladea la cabeza, sonriendo.

—Eso sería increíble —le digo—. Pero no tengo experiencia, ¿Crees que me contraten?

—Yo creo que sí. Mira, te doy la dirección del lugar y tu vas.

—De acuerdo. ¿Te paso mi número? así me lo envias.

—Claro —dice, sonriendo.

Saca su celular de su bolsillo, y me entrega su celular. Apunto mi número de celular y vuelvo a dárselo.

—Aquí estoy —dice Matthew llamando nuestra atención. En sus manos tiene un vaso de jugo y un trozo de pastel—. Emma, ¿Tú quieres?

—No —dice, mientras se levanta del sillón—. Yo estoy bien, los dejaré solos. Luego te hablo, Melisa.

—Está bien —le sonrío, ante su guiño—. Fue un gusto conocerte.

—Igualmente —vuelve a sonreír, mientras agitada su mano y desaparece por las escaleras.

—Se llevan bien, eso es extraño —comenta él, sonriéndome.

—Es simpática. No creo que sea extraño que se lleve bien con los demás. —Ladeo la cabeza, sonriendo.

—Es extraño —afirma, con diversión—. Emma no tiene muchas amigas y casi siempre comienza a mirar a las personas fijamente y luego dice que no confía en ellas. Es una bruja porque siempre tiene razón.

—¿De verdad? —pregunto, divertida—. Eso genial.

—Y extraño—vuelve a decir a repetir. Hace una mueca, ante sus siguientes palabras—. De hecho, al principio no le agradaba Mia. Luego se llevaron bien y todo funcionó horrible.

—¿Por qué lo dices?

—Emma me contó que Mia tuvo algo que ver con que ella empezara con la bulimia. —Murmura, mirando con cautela hacia su alrededor.

My Girl-Boy. [Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora