Capítulo 12: Adiós, Melisa.

1.1K 137 18
                                    

[Sin editar]

Las horas para mi pasan lentas y aburridas, ni estudiando puedo quitarme de la cabeza todos mis pensamientos. Aunque en la noche no dormí casi nada, no tengo sueño

—¿Me explicarás que pasó ayer? —cuestiona mamá, mientras prepara algo de comer.

Estoy sumergida en mis libros, y sus palabras no me hacen levantar la cabeza.

—Nada —le digo, intentando leer las palabras escritas en mis apuntes—. No quiero hablar de eso mamá.

—Está bien —suspira, resignada. Agradezco que no siga preguntando más—. Tengo que ir al trabajo, ¿Puedes terminar esto tú?

—Sí—murmuro, y me levanto para fijarme en la olla que me acaba de indicar—. Que te vaya bien.

—Ah, antes de que lo olvide. La semana pasada me dijiste que querías trabajar —yo asiento con la cabeza, desganada—. Se lo comenté a Daniel y él me dijo que conocía un bar dónde necesitan personal para atender las mesas.

—Eso es genial —sonrío, forzadamente— ¿Dónde es?

—Te voy a escribir la dirección y el nombre del lugar —toma una hoja de papel y anota—. Debes ir hoy a las diez de la noche, si quieres.

—Iré, agradécele de mi parte.

—Está bien, ahora si. Adiós —me sonríe por última vez y la veo marcharse.

Yo termino de preparar la comida y sigo intentando leer mis libros y apuntes.

Las horas comienzan a pasar. Son cerca de las diez de la noche y ya me encuentro lista para ir a ese lugar, quizás sea buena idea despejar mi mente.
Llamo un taxi y le indico la dirección, el camino no es tan largo como creí. Me doy cuenta que hemos llegado al escuchar la música desde la calle y las luces de colores iluminando un letrero gigante. Me bajo del auto, pago el dinero correspondiente y entro a pasos lentos, con algo de desconfianza. Puedo ver al pasar, parejas besándose o bailando.
Me acerco como puedo a la barra dónde hay un chico sirviendo bebidas alcohólicas, puedo notar trás él un cartel que escribe “Se necesita personal”. Vuelvo a observar el lugar y siento un escalofrío al ver a tantas personas borrachas y yo sola aquí.

«Definitivamente, fue mala idea venir.» Trato de caminar otra vez a la salida, pero sin querer, observo una mesa donde se encuentran chicos y chicas bebiendo.

¿Matthew?

Siento ganas de salir corriendo de ahí, pero me detengo al ver que una de las chicas que se encuentra junto a él en la mesa, en un descuido de Matt, le saca dinero de su bolsillo.

Le está robando.

Respiro profundo y me acerco con cautela. Me pongo frente a la mesa, llamando la atención de algunos, él se tarda unos segundos en darse cuenta.

—Matthew —le hablo con nerviosismo. Mojo mis labios—. ¿Qué haces aquí?

—Nate —sonríe al verme, pero no con esa sonrisa de siempre. Esta parece fingida y oculta bajo los efectos del alcohol.

Está borracho, lo puedo notar y aunque una parte de mí dice que salga corriendo, no puedo dejarlo aquí en ese estado.

—¿Puedes venir conmigo? —cuestiono, manteniendo mis sentidos alerta.

—No quiero irme —frunce las cejas, niega con la cabeza y le dá un nuevo sorbo a su vaso con licor—. Este no es un lugar para ti, tú deberías irte.

—Matt, por favor. Ven conmigo —doy un paso hacia la mesa, acercándome más.

—¡Hey! —un chico que es desconocido para mí, me habla—. Quédate a beber con nosotros.

My Girl-Boy. [Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora