Capítulo 15: Mi hermana.

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[Sin editar]



—No puedo creer que nunca vieras Harry Potter —me dice Dylan, mientras me mira fijamente. Su expresión me causa risa—. ¿Ni siquiera una película?

—Ni una sola —digo, negando con mi cabeza.

—¿Tú las viste todas? —pregunta, refiriéndose a ella.

—Sí y unas mil veces cada una —dice, soltando una risa.

—¿Lo ves? Eres extraño —vuelve a mirarme y comenzamos a reír—. Te falta decir que jamás viste Titanic —sigue bromeando. Yo me quedo en silencio, delatandome—. ¿Es una broma?

—Tampoco la ví —vuelvo a soltar una risa. La expresión de ambos es de sorpresa.

—¿Qué vamos a hacer contigo, Matt? —gira los ojos, fingiendo frustración.

Volvemos a soltar una risa. Sí, soy un poco desactualizado, debo aceptarlo.
Unos golpes en la puerta llaman nuestra atención, nosotros nos detenemos y miramos hacia esa dirección.

—¿Serán los chicos? —pregunta ella. Yo niego con mi cabeza, extrañado.

—Llevaron llaves —respondo, con el ceño fruncido.

—¿Abro? —vuelve a preguntar. Ambos asentimos con la cabeza, mientras se levanta del sillón.

Pongo mis sentidos alerta, y voy a levantarme para acompañarla, pero al abrir la puerta, escucho.

—¿Está Matthew? —Me quedo paralizado un momento. Se quién es, puedo reconocer su voz.

Doy unos pasos con firmeza hacia ellas. Al verme, sus ojos me enfocan. La rabia se apodera de mí, su presencia me repugna.

—Mi amor...

—Creí haberte dicho claramente que no quería volver a verte —la interrumpo, hablando con frialdad. Recuerdo las palabras de mi hermana y siento que la odio cada vez más.

—Matt, tenemos que hablar —susurra, débilmente. Trata de acercarse pero de inmediato, soy un hacia hacia atrás—. Matt...

—¡Vete de aquí, Mia! —le grito, molesto—. ¡No quiero verte!

—Matt, perdóname —su voz de escucha en un hilo. No me detengo a seguir viéndola, cierro la puerta con fuerzas.

Su presencia me descontrola, me siento un estúpido teniéndola cerca.
Puedo sentir la mirada de Dylan y Melisa sobre mí, pero solo lo ignoro y sigo observando un punto fijo en el suelo. Ellos no dicen nada, tampoco yo, tan solo espero unos minutos y deseo que se marche. Cuando creo que es suficiente, abro la puerta de nuevo y salgo a pasos apresurados del departamento. Agradezco no encontrármela.



Melisa Wells.

En cuánto lo veo salir del departamento, reacciono por inercia. No puedo dejarlo sólo, no después de verlo en ese estado el otro día.

—No podemos dejar que se vaya así —escucho a Dylan. Se que él estaba pensando en lo mismo que yo.

Lo miro, y niego con mi cabeza antes de seguir sus pasos con rapidez. Bajo hasta el último piso, ya en él, lo busco con la mirada. Puedo ver su auto ponerse en marcha y, sin pensarlo, me pongo frente a él.

—¡Matthew! —le digo, de inmediato. Abro la puerta del co-piloto y me subo junto a él. Lo miro, tiene la vista fija en el parabrisas y su rostro no muestra ninguna expresión—. Por favor, cálmate.

—No sabes todo el daño que me hizo —escucho su voz luego de unos segundos en silencio. Se muestra completamente enojado, pero también su voz tiembla.

My Girl-Boy. [Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora