Capítulo 2: Nuestra jodida vida.

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Me quedo prácticamente hipnotizada mirándolo, es uno de los chicos más bonitos que he visto y no exagero. Agacho mi cabeza y aclaro mi garganta sintiéndome incómoda cuando pasan unos segundos y no reacciono.

—Un gusto. —digo, tratando de hablar con mi voz más firme. Él se mantiene sonriéndome, parece no percatarse de la situación en la que me encuentro.
—Siéntate con nosotros. —Me dice Alex, logrando que despegue mi vista del chico.

Me quedo en silencio unos segundos. A decir verdad, no quiero quedarme, siempre he preferido estar sola, por esa razón no tengo amigos.

—Está bien —suelto, sin pensarlo muy bien. Me cuesta un momento comprender el por qué lo hice. Jamás comparto con hombres.

Me acerco al mesón donde se pide la comida, y escojo un sándwich. Cuando lo tengo en mis manos, vuelvo donde están todos ellos. Me siento quedando al frente del chico de ojos verdes.

—Y, ¿Por qué psicología? —pregunta Michael, el chico de cabello oscuro. Lo miro unos instantes, mientras le quito el envoltorio a mi sándwich.

—Siempre me apasionó conocer más hacerla de los procesos mentales. Ver más allá que cualquier persona, poder comprender la mente humana. —Respondo, elevando los hombros. Le doy un mordisco a mi sándwich y los observo, todos ellos me escuchan. Eso me agrada— Ustedes, ¿Qué estudian?

—Derecho —el chico que ahora sé que se llama Dylan es el primero en responder. Muerde un pedazo a su pizza luego de hacerlo.

—Gastronomía. —responde Alex. La duda de por qué conoce a tantas personas en Psicología me inquieta. Él estudia algo muy diferente a nuestra área.

—Trabajo Social —continúa Michael. Yo asiento con mi cabeza. Esa si es una carrera ligada a la mía.

—Administración de empresas. —Responde finalmente él. Me quedo nuevamente mirándolo.

«Futuro empresario, lindo.»

—Suena bien —digo, intentando no lucir nerviosa—. ¿Cómo es que son amigos si estudian algo totalmente opuestos todos?

Puedo notar una discreta risa de parte de todos.

—Alex conoce a todo el mundo, así que nos topamos un día en primer año y no volvimos a dejar de hablar —explica él. Vuelvo a prestar mi atención en sus palabras—. A Michael lo conocimos en segundo semestre, estaba haciendo una encuesta o algo así.

—Oh vamos, sé que fue la mejor encuesta que han respondido —bromea él, yo suelto una risita—. Y a Dylan lo conocimos en una fiesta poco después. No volvimos a separarnos, somos como uno solo.

Vuelvo a reír, eso es interesante. Parece cada uno enfocado en lo suyo y a la vez, parecen complementarse bien.

Es agradable hablar con ellos, son simpáticos y parecen pensar de una manera interesante, pero ya está, mañana no volveré a hablarles. Sé que esto es algo antisocial, pero después de todo, para eso hice todo esto de disfrazarme de hombre; No chicos en mi vida.

Después de que cada uno termine su almuerzo, se levantan porque tienen una clase justo ahora. Me doy cuenta que también es momento de entrar yo, por lo que nos despedimos y cada uno toma su camino.
La clase no tarda más que una hora ya que el profesor nos pide las disculpas correspondientes y se retira por cosas personales. Tomo mi bolso del casillero porque es momento de volver a casa, agradezco no estar tan recargada este día.
Todos siguen su camino sin fijarse en el resto, algunos estudiantes entran a sus respectivas clases y otros se van al igual que yo. Nadie se fija en lo que hace el otro, esa es una de las cosas por las cuales amo la universidad.

My Girl-Boy. [Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora