Minutos antes de que acabara el recreo, Lev y Jake regresaron al aula. La mitad de sus compañeros ya se encontraban allí, a excepción de las nuevas, a quienes tampoco había visto por los pasillos o el patio. Al sentarse, Jake le indicó con un movimiento de cabeza que mirara en dirección a Meghan y sus amigas.
—¿Ya ves? Las nuevas no están con ella, y tú que decías que seguro el ángel se dejaba manipular —dijo Jake en voz baja.
—¿El ángel? —preguntó Lev con tono divertido al tiempo que desviaba los ojos hacia la puerta.
—Sí, es tan hermosa que parece un ángel —respondió, y él tuvo que esforzarse para no reír al ver su cara de bobo—. Y ¿qué tanto ves hacia la puerta? ¿Esperas a la bruja?
Lev frunció el ceño.
—¿Bruja? ¿Qué bruja?
—La hermana del ángel —contestó Jake con obviedad—. Es que vamos, que tú te sientas atraído hacia alguien es algo así como un milagro, de seguro te embrujó...
—A ver, a ver —lo interrumpió—. Yo nunca dije que me sintiera atraído hacia ella, solo se me hace raro el hecho de que creo que la conozco y no sé de dónde, nada más —aseguró, aunque a decir verdad, no estaba del todo seguro.
—Sí, claro, y por eso estás viendo a la puerta como perro que espera a su dueño.
—Ya deja de decir bobadas... —Lev bajó la vista hacia su libreta y comenzó a escribir la fecha en una nueva hoja, intentando ignorar la mirada de Jake sobre él.
—Ahí están —susurró su amigo y, automáticamente, Lev levantó la cabeza para ver hacia la puerta, pero allí no había nadie. Jake soltó una risita—. ¿Ves que no digo bobadas?
—No juegues conmigo —pidió, haciendo lo posible por mantener la calma.
—Nunca puedo molestarte con chicas, ¿crees que voy a dejar pasar esta maravillosa oportunidad? ¡Jamás! —exclamó con una enorme sonrisa en su rostro.
Justo cuando Lev iba a responder con un par de cosas no tan amables, vio al "ángel" atravesar la puerta, y el hecho de que se dirigiera a donde se encontraba Meghan le llamó la atención. También le pareció extraño ver a la chica llamada Anayra recostada en el marco de la puerta, cruzada de brazos y observando atentamente a su hermana.
No llegó a escuchar lo que dijo Gwen, pero sí logró oír a Meghan diciendo algo de que una disculpa no era suficiente.
«¿Disculpa?», repitió en su mente, intentando entender la razón por la que debería estar disculpándose aquella chica con Meghan. Cruzó una mirada con Jake, quien tampoco parecía comprender nada.
—De verdad, mi hermana no quiso dejarte hablando sola —siguió explicando Gwen.
Ante la mención de su hermana, Lev volteó de nuevo hacia Anayra, seguía allí de pie en la puerta, pero ya no veía a Gwen, sino que tenía los ojos clavados en Meghan. Algo en la forma en la que miraba a la pelirroja le inquietó.
—No me importa, a mí nadie me ignora de esa manera. —Meghan paseó su mirada de Gwen hacia Anayra, y una sonrisa soberbia se dibujó en su rostro—. Y mucho menos dos tontas insignificantes como ustedes —agregó, haciendo énfasis en la palabra "insignificantes". Las tres chicas junto a ella soltaron una risita, al igual que un grupo de chicos al fondo, en el cual se encontraba el primo de Meghan.
Lev volvió a cruzar miradas con Jake, esta vez de disgusto. No soportaba a la soberbia de Meghan, y mucho menos a su primo. En más de una ocasión había estado a punto de decirles algo al ver lo mal que trataban a algunas personas, pero aquello solo le generaría problemas. Problemas que podrían acabar en peleas, y no estaba dispuesto a echar por la borda tantos años de buena conducta y tener una mancha en su expediente escolar por culpa de esos idiotas. Jake era igual que él, pero por lo que pudo ver, su amigo parecía más que dispuesto a salir en defensa de la nueva. Lev le dedicó una mirada que decía claramente que no se metiera, pero él no hizo caso y, en el preciso momento en el que Jake abrió la boca, se oyó otra voz.
ESTÁS LEYENDO
Alianza de sangre
FantasyDiez años atrás, ellos fueron enviados al mundo humano, donde estarían a salvo. Los recuerdos de todo lo vivido en su mundo fueron escondidos para que ambos pudieran llevar una vida normal. En ese entonces, Anayra y Lev eran solo unos pequeños, uni...