¡Hola!
Bueno, la semana pasada pregunté por Instagram (ms.cruela) si querían que actualizara antes o esperar esta semana y tener doble actualización. Ganó la doble actualización, así que acá estamos!
Asegúrense de leer el capítulo anterior, y si les gustó, no olviden votar, comentar, y recomendar la historia a sus conocidos lectores. Me harían un gran favor ❤
¡Gracias por leer y por todo el apoyo!
¡Espero que nos leamos pronto!
❤❤❤El último soldado que permanecía en pie le lanzó una estocada que iba dirigida a su muslo, pero él la paró sin dificultad, lo desarmó, y luego le asestó un tajo en el cuello. La hoja de la espada se hundió en la carne putrefacta, y la fuerza del impacto hizo que la cabeza se desprendiera y saliera disparada al suelo. Cuando el resto del cuerpo se desplomó, Lev dejó caer la espada, y contempló los cadáveres a su alrededor.
Contó cinco, que junto a los cuatro que había matado en el portal, y a los otros dos que había cruzado en el camino hasta la cabaña ya sumaban once. Intentó sumarlos a los que había matado los días anteriores, pero se dio cuenta de que ya no recordaba el número exacto. De todos modos no importaba, sabía que llegarían más de ellos luego. Eran como una plaga.
«Aunque mejor estos que guerreros», pensó, recordando el modo en el que había tenido que deshacerse de los dos guerreros Krymkhar que se había encontrado el día anterior. No tuvo el valor de descargar toda su ira y frustración con ellos, era fácil matar a seres que ya estaban muertos, pero a personas vivas... No, su enojo no llegaba a tanto. De modo que solo se las ingenió para dejarlos inconscientes y con una leve pérdida de la memoria.
Unas hojas crujieron detrás de él al mismo tiempo que una voz masculina y muy familiar llegó a sus oídos.
—Te ordené que no regresaras.
Lev giró, pero todo lo que vio fue un puño acercándose a toda velocidad hacia su rostro. No tuvo tiempo de reaccionar. El golpe fue tan potente que lo desequilibró y acabó de rodillas en el suelo, apoyado sobre ambas manos y escupiendo sangre.
—Eso es por no haber obedecido a tu hermano mayor —remarcó Kier—. A ver si así aprendes. ¿Es que tienes mierda en lugar de cerebro? ¡Te dije que no volvieras!
Aún preso del frenesí de la reciente lucha, e indignado por aquel comentario tan hipócrita, Lev se puso de pie, cerró la mano en un puño, y ni bien girarse le regresó el golpe. Kier trastabilló, pero alcanzó a mantener el equilibro, y se llevó una mano a la nariz mientras le lanzaba una mirada de asombro. Le caía un hilillo de sangre de una de sus fosas nasales, pero obviamente no estaba rota. No era tan sencillo romperse los huesos entre guerreros.
—¡¿Ahora te haces llamar hermano mayor?! ¡Me abandonaste en el bosque cuando apenas tenía ocho! ¡¿Qué clase de hermano hace eso?!
Kier se limpió la sangre, y lo observó fijo, con el semblante inexpresivo, como si toda esa situación lo aburriese.
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Alianza de sangre
FantasyDiez años atrás, ellos fueron enviados al mundo humano, donde estarían a salvo. Los recuerdos de todo lo vivido en su mundo fueron escondidos para que ambos pudieran llevar una vida normal. En ese entonces, Anayra y Lev eran solo unos pequeños, uni...