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Vicktor había sugerido que los seis patinadores se quedasen hasta la fiesta de fin de año que celebraban los españoles. A Yuri no es que le hiciese mucha ilusión, pero así podía pasar más tiempo con su amigo. El problema era que estaría bajo el cuidado del viejo, ya que Yacov tenía que volver a Rusia y Lilia se iba con él. Decidieron quedarse en el mismo hotel, así que no debía preocuparse por tener privacidad.

Pero Vicktor insistía en mantenerlo vigilado. Y aquello era peor de lo que pensó. Le obligaba a comer y cenar con él y Yuuri. Tras una larga negociación, se libró de los desayunos con la pareja feliz.

-Y si se te hace tarde, me llamas.

-Vicktor, que tampoco va solo -dijo Yuuri-.

-Haz caso al tazón, pesado.

Cuando llegó la hora acordada, se encontró con Otabek fuera del hotel. Ambos iban animados.

-¿Qué tal el día?

-El pesado de Vicktor sigue haciendo de padre. Me ha dicho que a las nueve en el hotel y que no admitía objeción.

Otabek se echó a reír, y Yuri le siguió. La tarde pasaba con normalidad.

-Y... ¿tienes a alguien especial esperándote en Rusia?

Yuri se extrañó ante la pregunta. Más bien por que le pilló por sorpresa.

-No. ¿Y tú?

-Digamos que hay alguien con quien me siento diferente. Como si fuera más que amistad.

Yuri le dio un codazo.

-Cuentame, soldado, ¿quién es la chica afortunada?

Yuri sonrió pícaro, pero Otabek evadió el tema comenzando a hablar de los diferentes climas de sus países y España. Yuri supuso que era algo personal y no quiso presionarlo. Tampoco eran tan cercanos. Y la aparición de JJ hizo que se le olvidara el tema del patinador de Kazajstán.

-Yuri, Otabek, que afortunado encuentro, ¿no crees, amor?

-Es más agradable que con un puñado de niñatas alabando a Yuri.

Yuri no la aguantaba. Entendía que pudiera haber cierta rivalidad siendo la novia de Leroy, pero ¿tenía que meterse siempre con sus fans? Vale que eran unas pesadas... pero se les cogía cariño. Aunque fueran una putas sicópatas esnifa olores.

-Lástima que tu grupo sea más escaso que el mío, ¿no, vieja? Casi no se os oye animar a JJ.

JJ se metió por en medio antes de que la bronca siguiera.

-No os peleéis. Las suyas solo se emocionan porque son jóvenes. Además, ya no somos competencia. ¿No, Otabek? Seamos amigos.

Otabek no dijo nada. Y Yuri tampoco. Siguieron andando hacia delante cuando el canadiense los llamó.

-Al menos despedios.

Yuri levantó la mano imitando a JJ el día de la fiesta. Otabek no decía nada, y Yuri no sabía como empezar una conversación. Aún seguía molesto con esa mujer. Entonces unas voces familiares sonaron a su espalda.

-¡Yurachka!

-Mierda... -susurró Yuri-

Otabek lo agarró del brazo y echó a correr arrastrando al chico con él. No miraron atrás. Corrieron hasta que dejaron de oírlas. Pasaron numerosas calles hasta llegar a detenerse. Se apoyaron en un árbol en una calle poco transitada. Comenzaron a reír.

-Leroy tiene razón en algo. Las Yuri Angels se dejan llevar demasiado-dijo Otabek jadeando-.

-No te metas con ellas -alzó la cabeza para mirarlo-; son buena gente.

-Lo siento...

Siguieron riéndose sin dejar de mirarse. Las risas cesaron lentamente aunque sus ojos seguían en contacto. No era un silencio incómodo, sino todo lo contrario. Otabek comenzó a acercar despacio su cabeza, sus labios. Yuri se quedó quieto, tubo la idea de cerrar los ojos y disfrutar de aquello.

Pero no lo hizo.

Y aunque estaban muy cerca, giró la cara y a continuación apartó el cuerpo del árbol, alejándose de Otabek.

-Deberíamos volver ya -dijo Yuri-.

-Sí, lo siento.

Se encaminaron de nuevo al hotel. Yuri iba delante de Otabek. ¿Qué había sido aquello? ¿Iban a besarse? Desde luego, eso parecía. Pero no había ocurrido nada, él no lo había permitido. ¿Amor? No, no llegaba a eso. Solo se llevaba bien con Otabek, nada más. Y ese impulso de querer recibir el beso, solo era por la situación. Estaba cansado, ambos lo estaban. No tenía por qué ser nada más.

Perdidos en sus pensamientos, ambos patinadores llegaron al hotel. Otabek agarró a Yuri por el brazo, deteniendo se avance.

-Te quiero -Yuri lo miró, perplejo. No dijo nada. Otabek lo soltó-. No hace falta que digas nada...

Yuri no podía moverse; su cuerpo no reaccionaba. Se había quedado mirándolo mientras Otabek le devolvía la mirada, tímido. Otra vez silencio...

-¡Yurio! Justo a tiempo -dijo Vicktor-. ¿Cenas con nosotros, Otabek?

Este no dijo nada. Solo entró al hotel. Yuri dirigió la mirada a Vicktor.

-¿En serio has salido a esperarme?

-Eres mi responsabilidad.

-Y tú un sobreprotector.

Vicktor lo agarró por el hombro y ambos patinadores fueron hasta el comedor del hotel.

...
Gente, tengo curiosidad, ¿teamJJ o teamOtabek? ¿Por alguna razón en especial? 😏

¿Qué es el amor? (Otabek x Yuri x JJ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora