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Cuando Otabek bajó por las escaleras cargando su maleta, miró de reojo el libro que sostenía Yuri. Le quedaba poco, pero lo suficiente para salir de ahí sin ser pillado. Resopló dejando la maleta en el suelo.

-Bueno, pues me voy.

Vicktor se lanzó a abrazarlo.

-Recuerda comer algo e ir al lavabo antes de subir al avión. Te iba a preparar un bocata, pero no quedaba pan.

-Da igual.

Yuuri se acercó y también lo abrazó. Chris hizo lo mismo. Karlsonn le dio mano.

Luego vino Kot. El gato se restregó por sus piernas. Otabek se inclinó y lo acarició con dulzura.

-Cuida bien de Yuri -susurró-.

Entonces, para sorpresa de todos, sonó el timbre. Era Micky.

-Justo a tiempo, por lo que veo
-dijo Micky mientras se acercaba a Otabek-.

-Ya te vale. Lo has tenido toda lo noche en vela.

-A ninguno de los cuatro nos han salido bien las cosas -le susurró Micky-.

Se separaron. Otabek miró a Yuri. Este apartó la mirada del libro y le hizo un gesto con la mano.

-Que te vaya bien, Yuri.

-Igualmente, imbécil.

-¡Yurio! -soltó Vicktor-

-¡Iba en plan colegeo, viejo cascarrabias!

Otabek sonrió y caminó hasta la puerta. Echó un último vistazo a la escena. Chris y Karlsonn se acurrucaban en el pequeño sofá. Yuri y Vicktor discutían mientras Makkachin ladraba y Yuuri intentaba calmar a su marido. Micky le devolvía una mirada sombría. Se endieron cuando sus miradas conectaron, el amor no es fácil.

Otabek abrió la puerta y se marchó, tanto de la casa como del corazón de Yuri.

...

Terminó el libro, hasta ahí todo correcto. Tenía un puñetero final abierto, eso podía superarlo. Pero ese jodido papelito... «¿Y tú, Yuri? ¿Te atreves a salir? Puedo esperarte, y mucho. Pero no tardes, todo se agota, todo se supera».

Mira que podía olérselo. Pero aún así se cabreó. Agarró su teléfono y lo lanzó contra la pared.

-Que te lo cargas -soltó Micky-.

-¡Es primo de los Nokia, aguanta mucho!

-¿Y por qué te enfadas?

-¡Por qué Otabek toca los cojones incluso sin estar aquí!

Yuuri y Vicktor salieron de la cocina movidos por la curiosidad. Yuri se giró a mirarlos mientras sostenía el papel en lo alto.

-¿Lo sabíais?

-Sí -contestaron-.

-¿Y por qué no me lo dijísteis? Podría haber soltado que el coñazo de los papelitos y la historia eran una mierda. Así sus puñeteras mariposas se habrían largado volando.

-¿Pero no te ha parecido bonito?
-preguntó Chris-

-¿Bonito? Prefiero la sinceridad antes que una mierda de regalo.

-¿Pero no crees que las puede decir de verdad?

-Podría. Pero cualquiera puede mentir con el boli. Si le miraras a los ojos es distinto.

-Mirar a los ojos... Mirar a los ojos -se repitió Chris-. ¡Mirar! ¡Se me había olvidado!

Chris se levantó a trompicones del sofá y corrió hacia Yuri. Le puso el teléfono pegado a la cara. Era un vídeo. El vídeo más largo de su vida. Y Vicktor lanzando suspiros solo lo empeoraba.

¿Qué es el amor? (Otabek x Yuri x JJ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora