¿Qué es el amor? (Otabek x Yuri x JJ)

22

Yuri vio enseguida a Micky. Estaba apoyado contra la pared, con los brazos cruzados sobre el pecho, seguramente para ocultar aquella bochornosa camiseta. Se le veía descansado, pero nervioso.

-Hola -saludó Micky-. ¿Me has traído la camiseta?

-Sí.

Buscaron un baño donde el italiano pudiera cambiarse. Salió estirándose la camiseta, no tan ceñida como la de Yuri de la fiesta. Ahora parecía más relajado, aunque de vez en cuando miraba para atrás.

-¿Y cuál es problema? ¿Por qué estás tan intranquilo?

-Esta mañana me he despertado en la habitación de Emil.

Yuri se sorprendió, aunque su expresión cambió.

-Bueno, anoche lo besaste.

Micky puso cara de pánico. Yuri tuvo la intención de reírse, pero se aguantó.

-Entonces, ¿hicisteis algo?

-No lo sé. No me acuerdo. Me he despertado y él estaba ahí, durmiendo a mi lado. He salido por patas, pero no seríamos capaces de hacer nada, ¿no?

-¿Te duelen los labios?

-No.

-Tampoco los tienes amoratados. No hubo besuqueos. ¿Y el culo?

-No -dijo poniendo cara de asco-. Además, estábamos los dos vestidos con la ropa de ayer.

-Eso es buena señal.

Micky asintió y al cabo de un momento Yuri recordó algo que decirle.

-Ayer dijiste que el beso de Emil era el mejor de tu vida.

-¡¿Cómo?! ¿Por qué diría algo así yo?

-A lo mejor es que te gusta, aunque no te hayas cuenta -lo miró con ternura-.

-No -dijo tajante-, imposible.

-Si tú lo dices -Yuri se encogió de hombros-.

Siguieron paseando un rato. A Micky se le pasó el mosqueo que tenía con Yuri por sugerir aquello.

-¿Y que más pasó anoche?

-Yo conté lo de Dasha. Algo sobre una orden de alejamiento de Chris y su novio...

-¿Cómo?

-Pues no estoy muy seguro. Y Yuri no fue el primer hombre al que quiso Vicktor, quién es ídolo de Yuri porque este quería impresionar a una chica. Y JJ es rubio.

-Dios, ¿en serio? No descansaré hasta verlo con su pelo natural.

Yuri comenzó a reírse.

-¿Qué?

-He dejado lo mejor para el final. ¡Otabek tiene un tatuaje en el culo!

Micky se unió a sus risas. Siguieron andando unas calles más cuando el italiano se paró en seco y se quedó muy serio.

-¿Qué?

-Mierda. Mira quien está allí.

Yuri alzó la vista y vio a Emil. Y no estaba solo: Otabek estaba con él. Su risa también desapareció.

Pero fue a peor. Ambos los vieron.

La expresión de Emil fue de alivio por un momento. Otabek se mantenía serio, como siempre. Yuri chasqueó la lengua, odiaba no tener ni idea de lo que pasaba por su mente.

-¿Qué hacemos?

Yuri giró la cabeza y pudo ver lo afligido que estaba Emil.

-Marcharnos. Date la vuelta y camina.