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Cuando Yuri desembarcó del avión, se encontró con un eufórico Vicktor y un sonriente Yuuri esperándolo. Se acercó a ellos y los saludó. Recibió un abrazo de ambos.

-Déjame llevarte algo -dijo Vicktor-.

Yuri le dio maleta y se quedó con el transportín rojo en el que viajaba Kot.

-¿Quieres cenar algo en especial? -le preguntó Yuuri-

-No, cualquier cosa me va bien.

Tras subir en aquel avión, su ánimo había decaído. Todavía no le había contado a nadie lo ocurrido con Otabek. Pensar que se lo encontraría de nuevo... Se le hacía un nudo en la garganta solo de pensarlo.

Cuando llegó a la casa que estos habían cogido, pudo comprobar que estaba integrada en un edificio de lujo, con piscina para cada vivienda.

-Joder, os habrá costado un riñón. ¿Le has pedido un cable a tu amigo mafioso?

-No. Y además es nuestra boda, ¿que esperabas? -dijo Vicktor-

-¿Tienes un amigo mafioso? -preguntó Yuuri perplejo-

-Algún día te hablaré de Alek -dijo incómodo evitando el tema y Yuuri no añadió nada-.

En cuanto cruzó la puerta, pudo ver unas escaleras de caracol. Makkachin se dirigió hacia Yuri, y comenzó a olisquear el interior del transportín. Yuri lo dejó en el suelo, abrió la puerta y comprobó como el perro inspeccionaba a Kot. Makkachin se tumbó ante el gato y se puso patas arriba. Kot pasó de él y fue a rascarse en las piernas de su dueño.

-Parece que acaba de dejar claro quien manda aquí -dijo Yuuri-.

-Y que tiene el carácter de su dueño -añadió Vicktor-.

Yuri lo fulminó con la mirada y el gato de dedicó un gruñido. Vicktor se escondió tras la espalda de su prometido.

-Parece que ese gato no me quiere cerca.

Yuuri sonrió mientras que el otro esbozaba una de suficiencia.

-Ves a hacer la cena, amor. Voy a enseñarle a Yuri las habitaciones.

Yuuri agarró la maleta mientras Vicktor se dirigía a la cocina. El joven se dispuso a seguirlo, no sin la compañía de su gato. Tras ver las dos habitaciones libres que habían, eligió una que daba vistas a la piscina, con una bonita vista de fondo.

-Pon lo que quieras en el aseo de esta planta, Vicktor y yo usaremos el de nuestra habitación.

-Vale. ¿Dónde pongo la caja de arena?

-¿En la terraza? Podemos dejarla abierta.

-Vale.

-Yurio, ¿te pasa algo? Te veo decaído.

-Solo es cansancio.

-Ah... Vale.

Yuuri se disponía a salir de la habitación cuando se giró hacia el ruso, que de espaldas a él empezaba a sacar sus cosas.

-Por cierto, yo también me alegro de tenerte aquí.

Le sonrió. Yuri devolvió el gesto y el japonés salió del cuarto. Se tumbó sobre la cama. Aquellos dos eran muy cariñosos con él; en cualquier momento le regalaban un jersey hecho a mano. Se tumbó sobre la cama e informó a su familia y a Dasha de que había llegado y estaba al cuidado del futuro matrimonio. Cogió lo necesario para montar la caja de arena y fue a la terraza, que estaba en el primer piso. Kot lo acompañó durante todo el proceso.

-Aunque seas un gato, podrías ayudarme, ¿sabes? Estás muy cómodo ahí sentado.

Kot giró la cabeza de lado, pero no le contestó (pues claro que no le iba a contestar: era un gato).

¿Qué es el amor? (Otabek x Yuri x JJ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora