Cuando Yuri se levantó, su única compañía eran Kot y Makkachin. Se dirigió a la cocina donde encontró una nota de la parejita feliz informándole de que en seguida volverían, junto a un paquete de churros y una taza de chocolate. Desde luego lo tenían mimado. Si el resto de aquellas "vacaciones" eran así, podría soportarlo, aunque estuviese cierto gilipollas que no quería nombrar.
Después de desayunar y esquivar las suplicantes miradas de Makkachin, quien le pedía un churro, se sentó en el sofá a leer el libro que no pudo en el avión: "El caballero de la armadura oxidada". Aquel delgado libro era de autoayuda, o con moraleja, según quien lo leyese. Aunque Yuri no necesitaba algo así, se lo compró por curiosidad; tenía algo que llamaba su atención. Cada cierto tiempo, se lo releía, recordando la enseñanza que contenía y sintiéndose mejor, como esperanzado. Pero, ¿por qué?
Tras leer el primer capítulo con Kot pegado a Yuri, el gato se levantó y se dirigió con Makkachin a la puerta. Kot se sentó a un lado mientras el perro ladraba y movía la cola alegre. La puerta se abrió y Yuuri entró saludando a Makkachin y luego al joven ruso del sofá. Yuri le devolvió el saludo sin despegar la mirada del libro.
-¡Yurio, mira a quien traemos! -gritó Vicktor-
Cuando Yuri giró la cabeza hacia la puerta, lo primero que vio fue un sonriente Vicktor cargando con una maleta. Cuando este se apartó, lo vio a él.
Esa persona que no quería nombrar lo miraba sorprendido. Aunque la expresión de Yuri era la misma al principio, cambió a seria. Se quedaron unos instantes mirándose hasta que Kot se restregó por la piernas del kazajo. Otabek se agachó a acariciarlo.
-No me habíais dicho que venía alguien más antes de la boda -dijo Yuri mirando a Vicktor. Aunque no quería sonar enfadado, su voz sonó más dura de lo que esperaba-.
-Otabek no encontraba un hotel decente -explicó Vicktor-, ni siquiera en Trivago, así que le dije que se quedara con nosotros.
-Puedo seguir buscando -dijo Otabek incorporándose -, ya que tenéis a alguien aquí. Así no molesto.
-Pero, ¿qué dices, hombre? -Vicktor de dio una palmada en el hombro- Ya que estás aquí, quédate. ¿No, Yuuri?
-Así ya estás instalado para después de la boda -sonrió el japonés-.
Otabek no dijo nada más, así que intervino Yuri.
-Me voy leer a mi cuarto. Aquí hacéis mucho escándalo. Kot -llamó al gato-.
Pero Kot no se movió de las piernas de Otabek. Yuri volvió a llamarlo, pero él gato siguió en sus trece. Al final decidió irse como había anunciado.
-Traidor... -murmuró por lo bajo-
Comenzó su camino con el libro apretado entre sus manos. No aflojó el agarre hasta dejarse caer sobre su cama. Estaba cabreado. ¿Cómo podían haber traído a Otabek sin decirle nada?
...
Otabek deshizo sus maletas en el cuarto que le había enseñado Yuuri con el gato aún siguiéndole. Estaba nervioso. Aunque la pareja había sido muy amable invitándolo, podían haberle avisado de que Yuri estaría allí.
No había sabido nada de él desde aquella noche. Ni siquiera había tenido el valor de preguntar por Yuri a otras personas. No sabía que esperar de él cuando lo encontrase en la boda, pero ya tenía la respuesta. En cuanto tuvo la oportunidad, Yuri se escabulló por la escalera; no quería ni verlo. Resopló. En todo ese tiempo, Otabek no consiguió sacarlo de su cabeza. Intentó salir con otros chicos, pero no sirvió de nada. Su guerrero de luz, ahora maldito, le seguía en sus pesadillas.
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¿Qué es el amor? (Otabek x Yuri x JJ)
FanfictionCurioso, ¿no? Hay personas que ocultan sus sentimientos. No los quieren aceptar. Les dan vergüenza. Les dan miedo. Como le ocurre a Jean-Jacquets Leroy, o el gran JJ King para sus fans, quien esconde un secreto, un zumbido constante en su oreja que...