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Chris entró exasperado al apartamento. A penas tuvo tiempo de fijarse en que Yuri y Micky se miraban bastante serios (y que el italiano mostraba su cuerpazo...).

-¡Chris -gritó Yuuri-, ven aquí! ¡Tenemos que hablar!

-¡No hay nada que hablar! ¡Eres un entrometido y ya! ¡¿Es que no sabes lo que es la invasión de la privacidad?!

-¡Chris! -esta vez fue Vicktor-

-¡Joder! ¡Hay gente que se gana la vida escribiendo porno y a ellos no os quejáis! ¡Mira a la tía de cincuenta sombras!

Ninguno se sentó todavía. Yuri y Micky siguieron donde estaban, pero ahora los miraban.

-¡Sabes que el tema no va solo del erotismo! -dijo Yuuri. Vicktor pareció desconcertado por un momento-

-¡¿Y qué quieres que te diga?! ¡Has leído la historia! ¡No hay más!

-¡Habla con nosotros! Nos preocupas.

-Yuuri, no es nada. Estoy pasando por una ruptura y eso me afecta, como a la mayoría.

-Pero Chris -dijo Vicktor-, si no va bien nosotros...

-Vosotros nada -interrumpió Chris-. No quiero ni ayuda ni consejo. ¡Vosotros solo pedís explicaciones! Puedo entender que queráis ayudar, pero vosotros no entendéis que no podéis poneros en mi lugar. Vuestra relación ha sido prácticamente un camino de rosas, un par de flechazos a primera vista. No habéis tenido que luchar por el amor del otro.

No quería seguir con aquello. No tenían derecho. Miró a Yuri y a Micky.

-Os cojo el cuarto prestado.

Y Chris se marchó del comedor. Subió las escaleras y se encerró en la habitación.

Ni Vicktor ni Yuuri eran él. No eran quienes para decirle que escribir o no. ¿Y qué más les daba lo que escribiera y dejara de escribir? Solo era un puta historia. Una que narraba de forma muy retorcida el principio de la relación entre Val y él. Algo suyo. Algo que tenía el derecho de divulgar.

Igual que sus sentimientos. Eran suyos. No tenía por qué hablarle de ellos a nadie. A ver, que sí, que entendía que era bueno desahogarse con alguien, y todo el rollo ... Pero como Yuuri y Vicktor entraron a saco... Y tardaron poco en meter a Val en la discusión.

Incluso sin estar ahí, Val parecía amargarle las vacaciones. Podía hecharlo de menos... Aunque a estas alturas ya debería estar acostumbrado. Si no estaba de viaje, volvía a casa a las tantas de la oficina. ¿Qué sentido tenía entonces vivir juntos? Más valía estar como antes, cuando salían de citas. Así el organizado Val reservaba unas horas "para desarrollar su relación", como él mismo decía. Pero claro, viviendo juntos no hacía falta. Se veían cada noche. Excepto cuando se quedaba dormido esperando a Val y despertaba en la cama. Y no terminaba ahí. A veces Val se iba antes de que Chris se despertara. Había perdido la cuenta de cuántas veces le había pedido a su “novio” que tuviera el detalle de despertarlo por la mañana para decirse adiós.

Y eso era de lo que Chris se había cansado. De esperar. De creer que Val pasaría más tiempo con él. Lo quería, y mucho, pero ya no podía aguantar. Esa situación le dolía. A Chris no le bastaba con su hipotética relación. Quería sentir que alguien cuidaba de él, y qué él cuidaba de ese alguien. Quería una persona con quien compartir sus miedos, sus sueños, su pasado, su futuro...

Y ese no era Valentín Karlsonn.

Chris había intentado retrasarlo lo máximo. Y todo le estalló de forma repentina. En cuanto volviera a Suiza, recogería sus cosas y le daría el adiós definitivo a Karlsonn.

¿Qué es el amor? (Otabek x Yuri x JJ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora