¿Qué es el amor? (Otabek x Yuri x JJ)

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Yuri
Otabek

-Pues listo -resumió Vicktor sonriente dando una palmada-. ¿Alguna pega?

Nadie dijo nada, al menos sobre este tema.

-Como Sara se va, me quedo con Micky esta noche -dijo Yuri mentiéndose las manos en los bolsillos-.

-No -dijo Vicktor convencido-, eres nuestra responsabilidad. No puedo cargarle el adolescente a otro.

Yuri iba a gritarle que era más responsable que su niñera (el propio Vicktor), pero se contuvo.

-Pero es vuestra noche de bodas y ya sabés: una cosa lleva a la otra... Me sentiría mal por estropear algo... -en realidad se sentiría entre enfermo e incómodo de escucharlo casualmente-

Yuuri empezó a ponerse rojo mientras Vicktor parecía meditarlo.

-A mi me da igual -añadió Micky-.
Tampoco es que tiremos a mi hermana del cuarto.

-Bueno -cedió Vicktor-, pero mañana por la mañana al apartamento.

-Entonces -Emil se giró a Otabek-, ¿por qué no te quedas tú conmigo?

-Vale -dijo simplemente-.

Yuri y Micky cruzaron miradas. ¿Qué era ese sentimiento que pudieron leerse en la mirada? ¿El bando enemigo uniendo fuerzas, o tal vez celos? No, eso último era imposible.

-Pues al final estaréis solitos -dijo Chris picarón-. A ver lo que hacéis, tortolitos... ¿Un castigo?

Otabek una especie de risa. Se notaba que esta última parte iba especialmente dirigida a Vicktor, que le pasó un leve rubor mientras a Yuuri solo le faltaba tirar humo. Yuri no lo pilló del todo, pero no preguntó.

-Qué hay menores -añadió JJ-.

-No hay nada que Yuri no haya hecho -dijo Micky-.

-Mientras no me traumaticen a Kot...

-Para eso ya estáis tú Y Dasha...

Yuri le dió un codazo al italiano, quien se retorció de dolor. Al levantar la vista, vio como Otabek la apartaba mientras JJ y Vicktor miraban con algo de desaprobación.

-¿Y vosotros qué? -les espetó-

-De-dejémoslo ya -dijo Yuuri apurado-.

-Sí -Vicktor miró su móvil-, queda poco para que llegue el hombre este para casarnos.

Vicktor llamó la atención de los invitados.

-Vamos a situar las sillas enfrente del arco.

-¿Pero eso no lo podrían haber hecho los trabajadores de aquí?
-dijo Yuri en voz baja-

-Sabes que prefiero controlarlo yo.

Como le gustaba a aquel hombre organizar cosas...

-Don perfecto.

-Don quejica, tira para allá.

Vicktor le dió un leve empujón a Yuri para que se marcharse con el resto de invitados.

-Haremos dos grupos de ocho sillas: dos filas de cuatro en cada uno de ellos -dijo alzando la voz-. Hay que dejar un pasillito por el que puedan pasar dos personas.

Entre todos colocaron las sillas como su majestad ordenó.

-Pues sentaos dónde queráis.

-Voy a buscarlo a recepción -dijo Yuuri sonriente. Se giró hacia Chris- ¿Vienes, padrino?