Famous Best Friend [Alonso Villalpando]

'Separarlos'

Una chica de cabello castaño rizado camina con pasos presurosos. La puerta de cristal se abre automáticamente al ella ponerse enfrente. El sonido de sus tacones tocar el suelo resuena por todo el lugar.
Al llegar al lobby se acerca para buscar a quienes necesita.

— Estoy buscando a Jesús Blaife, Abraham Reyna y...—Hace una pausa, mirando su celular de gran tamaño—Sandra Roldán.

Mientras espera una respuesta, envía un par de mensajes en su celular, y se quita los lentes obscuros que traía. Su ropa era tan glamurosa, que cualquier chica la envidiaría.

— Segundo piso, primera puerta a la derecha.

— Gracias...

Miró mal a la recepcionista y caminó hacia el elevador, llamando la atención de nuevo.

Al llegar, tocó un par de veces hasta que una voz le dio el permiso de entrar. Los presentes se miraron entre sí, pues ninguno conocía aquella chica.

— Sí, ¿Y tú eres...?

— Creo que mi nombre no importa mucho.

— ¿En qué podemos ayudarte? —Preguntó esta vez la mujer.

— Es sobre los chicos...

Los tres se desconcertaron. Pues si de por si ya les aterraba que una adolescente de aspecto demasiado seria y formal estuviera parada frente a ellos en su oficina, les preocupaba aún más el hecho de que fuera a hablar sobre aquellos cinco chicos de aún hormonas alborotadas.
¿Qué habían hecho estos muchachos ahora?

— ...sobre uno en específico —Terminó.

— ¿Uno? ¿Quién? —Preguntó ahora un chico de lentes.

La chica asentó un sobre amarillo en la mesa.

— Me las enviaron, no sé si debía enseñárselas pero, creí que era lo mejor...

El primer mánager abrió el sobre.
Dentro habían fotos impresas, un chico rubio con una chica en un parque. En la primera foto estaban simplemente juntos, en la segunda se tomaban las manos, en la tercera reían, en la cuarta se miraban y en la última se besaban.
Los ojos de Blaife no podían creer lo que estaban viendo.

— Espero que usted sepa que hacer —Finalizó la chica, con un toque de lo que ella pensaba, 'lástima'.

— Sé que hay qué hacer —Exclamó, lanzando las fotos a la pequeña mesa redonda, haciendo que el otro par pudiera verlas. Su expresión fue de sorpresa.

— Ese es... ¿Alonsito? —Preguntó Sandra, más que nada destrozada.

— ¿Qué hará? —Dijo la chica, ignorando lo anterior.

— Separarlos.

El hombre se levantó enojado de su lugar y salió de la oficina.