Capítulo 6. Ojos cristalizados:Levanté mi dedo índice hacia el aire, espere unos segundos y el taxi se detuvo frente a mi. Me subí rápidamente, mire el reloj "9:01 a.m". El día estaba nublado y entraba viento frío por la ventana provocándome una sensación extraña en la nariz, los autos pasaban con rapidez por nuestro lado haciendo un escalofrío por la espina dorsal. Hoy desperté con un dolor en el tobillo, por lo que decidí no caminar y tomar un taxi.
Cuando estaba llegando mi teléfono vibro haciéndome sobresaltar, lo busque en mi bolso, era un mensaje.
Kent: Lindsy.. mi hermana tuvo un accidente automovilístico hoy en la madrugada, ella está bien, solo algunas lecciones, pero ya pasará. No podré ir a trabajar contigo, lo siento.
Suspiré con temor, leí dos veces el mensaje, la hermana de Kent era muy agradable, tenía 20 años, era muy parecida a mi amigo en todo aspecto.
Linsday: No te preocupes, mándale saludos a tu hermana, luego del trabajo la ir a ver, cuídate.
El auto aparcó fuera de la casa de mi profesora, guarde el teléfono, pague y me baje. El aire fresco me reconfortó de alguna manera por la noticia de Kent. Me acerqué a la entrada y pare en seco antes de tocar. Hoy trabajaría sola, sin Kent, la idea me dio escalofríos, trague duro y toque la puerta. Mi estómago dio un vuelco, sentí que sería incapaz y las ganas de salir corriendo brotaba por mis poros. La puerta se abrió y me se ti paralizada, mis músculos no reaccionaban me sentí tan inútil y frágil.
—Hola Lindsay —me dijo mi profesora sonriendo.
La mire intentando de disimular en miedo que me apoderaba en ese momento, jamás pensé que sería tan difícil. Abrí mi boca para decir algo pero no salió nada de ella.
—¿Te encuentras bien? —me preguntó preocupada.
—Si, No, me refiero a Si —dispare ridiculeces.
—Entra —abrió más la puerta e hizo un gesto con su mano.
Asentí con mi cabeza, di un paso pero el intenso dolor en mi tobillo brotó aún más por los nervios que hizo que tropezará, mi profesora inmediatamente reaccionó agarrandome de la cintura, me aferro hacia ella permitiendo que no me desplomará en el suelo, me enderecé sonrojada por la vergüenza, me quería morir en ese momento, ella me soltó y sonrío mostrando que todo estaba bien, pero me sentí tan inútil que pensé que lloraría ahí mismo. Entre a la casa pasando por su lado sintiendo su aroma, que me embriago las fosas nasales, almizcle con vainilla la combinación perfecta. Me senté en una silla, acaricié mi tobillo izquierdo e hice una mueca de dolor.
—¿Te encuentras bien? —se acercó a mi, se arrodilló frente a mí y miro mi tobillo.
—Si, me duele desde la mañana —sentí los nervios a flor de piel por su cercanía—. Pero ya pasará —intente alivianar la situación y mire a mi alrededor—. ¿Y Nolan?
—Está en su habitación —se levantó, tomó mis manos ayudando a levantarme, haciendo que me recorriera una corriente por todo el cuerpo—. ¿Segura que estás bien? Te noto extraña.
—Si, segura —esta vez soné más convencida.
Estire mi vestido con la palma de mis manos y le sonreí, estábamos tan solo a centímetros de distancia, lo que hizo que mis mejillas se tornaran rosa.
—Oye ¿Y Kent? —rompió el silencio.
—Su hermana tuvo un accidente. —respondí.
—¿Ella está bien?
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Stay With Me ©
Teen Fiction-Claro profesora Soto -dije nerviosa-. Nosotros cuidaremos de su sobrino, ¿No es así Kent? -Si, por supuesto -respondió mi amigo seguro. -Entonces cuando salgan de vacaciones empiezan. El lunes -dijo firme-. Muchas gracias chicos, no se como agradec...