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Capítulo 13. ''Me encanta este niño''

Capítulo 13. ''Me encanta este niño''

Nos separamos, baje mi mirada sintiendo como la sangre subía y bajaba en mi cuerpo, estaba avergonzada, fue un beso increíble, era de esos besos que no se pueden hablar en voz alta si no que sólo tienes que rememorarlos en tu mente sintiendo el sabor de la felicidad en tus labios. Fue el tipo de beso que me hizo saber que no podía haber más alegría en toda mi vida.

Me alejé, pase por su lado y salí de la cocina. Mis mejillas estaban rojas y no quería que me viera de esa manera, tan vulnerable, no podía ni si quiera hablar.

—Lindsy —Kent bajó las escaleras y se acercó a mi—, Nolan no quiere comer, no se que hacer, comió tan poco para el almuerzo y el otro día lei un —lo interrumpí.

—No lo obligues —musite.

—Tienes razón, ¿Estas bien? Te ves pálida —preguntó.

Lo miré a los ojos, no quería decirle, estaba impactada, en mi interior había una explosión de sentimientos, una felicidad inexplicable pero mi rostro decía lo contrario, no podía unir todo.

—Me siento mal, debemos irnos.

Tome mi chaqueta del perchero, me lo puse, guarde mi gorro en el bolso, mientras Kent se abrigaba sin entender. Salí de casa.

—Debemos despedirnos —me siguió Kent.

—No hay tiempo para eso –seguí caminando, estaba aterrorizada.

Kent tomó mi brazo y me detuvo.

—Lindsay! ¿Qué te pasa? —frunció el ceño molesto—. Debes explicarme que es lo que te pasa.

Quedé muda, no sabía que decirle, como explicarle que le había dado un beso a mi profesora, ¿Qué me iba a decir?

—No es nada —subí mi voz—, estoy mareada, necesito ir a casa

—Algo te pasa —insisto Kent—, mira, Estas extraña, igual que ella.

—¿De que hablas? —reí con ironía, necesitaba salir de esta situación como sea—, quiero irme a casa, me siento muy mal —rodé los ojos y seguí caminando.

Dijo algo que no pude oír con claridad, pero me daba igual, sólo quería irme a casa y eso hice, Kent quedó atrás muy lejos de mi vista, estaba estupefacto, sorprendido por mi reacción. Pero ¿Qué más podía pedir? Mis manos temblaban, estaba aterrorizada, tenía miedo.

¿Ella me volvería a hablar?

¿Iba seguir trabajando ahí?

¿Cómo iba a mirarla después de lo que sucedió?

¿Y si sólo me beso para jugar conmigo?

Mi cerebro disparaba miles de preguntas que hacía que manos sudarán.

(...)

Kent: ¿Te encuentras bien? La profesora Soto me escribió, dijo que mañana no debíamos trabajar debido a que ella podía cuidar a Nolan, me escribes cuando puedas c:

Leí el mensaje, guarde mi teléfono y seguí subiendo las escaleras, al fin en casa, saqué las llaves de mi bolsillo pero alguien se paró frente de mi impidiendo llegar a la puerta de mi departamento.

—Tanto tiempo gatita —su voz hizo estremecerme.

—Así es Logan —afirme—, pensé que sería más tiempo con lo que sucedió.