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Capítulo 39. Jingles

Capítulo 39. Jingles:

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–Creo que me ha caído mal el almuerzo –dijo Javiera.

–Te dije que comieras con prudencia! –la regaño Alex.

–Cariño no te has sanado del estómago y te has puesto a comer cualquier porquería –negó Rosie.

–¿Amor te traigo algo? –le preguntó Macarena.

–No tranquila... Ya estaré bien –resopló adolorida Javiera.

–Venga! Escúchenme que les tengo que dar una noticia importante –Alex nos llamó la atención mientras estábamos todas sentadas en el pasto formando un círculo.

Habíamos pasado un agradable día juntas, almuerzo entre risas y peleas de agua en el lago.

No habíamos vuelto a ver a Tammy ni a Lu.

–¿Que pasó? –preguntó Francisca.

–¿Van a tener un bebé? –dice Macarena.

–No tía! –negó Rosie.

–¿Se recuerdan que estaba sin trabajo? –Alex acomodó sus frondosos rulos detrás de su oreja.

–Si, lo recuerdo –dije.

–El día martes fui a una entrevista de trabajo, antes de que nos viniéramos aquí al campamento Redwood y me han llamado hoy! Me dijeron que quedé! –dijo Alex emocionada.

Rosie sonrió cómplice, seguramente ya sabía.

–¿Hablas enserio? –preguntó Francisca feliz.

–Si! –gritó Alex.

–Felicidades! –comenté.

Todas nos abalanzamos a ella, la apretamos, abrazamos, felicitamos y le dimos muchos besos.

–¿Y de que es el trabajo? –preguntó Macarena.

–En una imprenta, tengo que ordenar papeles y esas mierdas –dijo Alex–. Trabajaré en una oficina –nos cerró un ojo–, cambié de nivel ahora.

–Ya terminaron tus tiempos de Dj –comentó Javiera.

–¿Y tienes que vestir formal? –pregunté.

–Si joder –hizo una mueca Alex.

Alex vestía un poco desarreglada, siempre con zapatillas, buzos, ropa deportiva. Aunque se notaba que ella cuidaba su cuerpo, siempre comía cosas saludables y tenia el cuerpo fornido.

–No la imagino usando tacos y ropita de ejecutiva –rió Javiera.

–No seas pesada Morena! Es algo nuevo en mi vida y lo intentaré –Alex se encogió de hombros.

–Amor yo te ayudaré –Rosie le tomó la mano.

Rosie vestía muy bien, muy femenina, ropa con escote, generalmente usaba color rosa. Tenía estilo, su cabello rosa por debajo de los hombros siempre luciendo radiante y guapa.

–Estoy feliz por ti, ¿Queda cerca de casa? –pregunté.

–Sí, está a unos 10 minutos en auto –dijo Alex–. Ha sido una estupenda idea cambiarnos de casa –se miraron con Rosie tiernas.

–Hay que celebrarlo! –gritó Francisca alegre.

–Es por eso que hice una reservación para mañana en la tarde a un restauran cerca de aquí –comentó Alex.

–¿Un restauran por aquí cerca? –pregunté.

–Bueno, no tan cerca... A unos kilómetros pero en auto llegaremos luego –después de decir eso, Alex me miró fijo–. Cambiando el tema, ¿Cómo te fue ayer con Tammy, Lindsy Lin?