Capítulo 12. Culminación de sentimientos enloquecidos

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Capitulo 12. Culminación de sentimientos enloquecidos:

Di una bocanada de aire dejando entrar el frío éter a mis pulmones, aferré aún más mi abrigo a mi cuerpo estremeciendome ante el helado clima de otoño, mis manos en mis bolsillos, el vaho salía de mi boca al suspirar, no sabía cuanto rato llevaba específicamente fuera de la casa de mi profesora, contemplandola, no me atrevía a entrar aunque sabía que debía hacerlo. El camino para acá fue difícil, había mucho tráfico y era un día con temperaturas bajas, mi nariz enrojecida y mis lívidos labios evidenciaba mis nervios y las indiferente temperatura.

-¿Qué pasa Linsday? -un susurró en mi oído me hizo inquietar y girarme.

-Kent -pronuncié asustada.

-¿Qué haces parada acá? ¿Por qué no entras? Hace mucho frío -frunció el ceño.

-Nada -respondí suelta.

-Entremos, ya se me congela el cerebro.

Tocamos la puerta, no sabía aún si el hecho de que Kent estuviera acompañandome me alarmaba más o me relaja.

-Chicos, pasen -mi profesora hizo un ademán.

Entramos sigilosamente, el reconfortante calor a hogar hizo que mis músculos se relajarán, sentía el hormigueo en la punta de la nariz por el cambio de grados, un hormigueo placentero que por un momento me alivio de sobremanera.

-¿Quieren café o chocolate? -preguntó Macarena haciéndome rememorar los nervios.

-Chocolate -contestó Kent.

-Café -titubee.

Se alejó de nuestra vista, miré a Kent con naturalidad, su mirada algo quería decirme pero no podía decifrarlo.

Me quité el abrigo y gorro dejándolo en el perchero, Nolan salio de la cocina con un auto de juguete.

-Mira Lindsay, tengo un nuevo auto -se acercó a mi proliferadamente.

-Que bien -le sonreí y me incline para darle un fuerte abrazo.

Saludó a Kent y Macarena salió para entregarnos los café, lo tomé sutilmente, era increíble un una taza de café podía cambiar tu ánimo.

Miré a mi profesora que inmediatamente bajo su mirada, la ansiedad me comía viva, no sabía cómo reaccionar, su vista se puso perdida, ella también estaba nerviosa, una fugaz sonrisa se me escapó.

-Debo irme -pestañeó rápido sin mirame ni un segundo.

Deje la taza sobre la mesa, tomé un abrigo de la perchero y se lo acerque amablemente.

-Hace mucho frío -afirmé-, podría resfiarse.

Ella tomó el abrigo de mis manos y yo le ayude a que se lo acomodará, sus acciones eran torpes, realmente ella no podía ocultar su nerviosismo y mucho menos yo.

-Gracias -cogió su bolso y pronunció un escaso "Adiós" saliendo por la puerta apresurada.

-Algo extraño pasa -Kent dijo luego que Macarena estuviera lejos-, ella nunca había actuado así.

-Sólo es cosa tuyo, yo la veo igual que siempre -aseguré firme.

No quería que sospechara nada, ni siquiera sabía si es que le contaría lo ocurrido en los días que no estuvo, y si lo hiciera ese no era el momento apropiado.

(...)

-¡Lindsay! -Nolan gritó desde la planta de arriba.

Stay With Me ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora