Capítulo 32. Ordenando Ideas:
Necesitaba escuchar eso de sus labios. Le di una mirada rápida y asentí con la cabeza, luego tomé un vaso y comencé a lavarlo.
–Dime –dije sonando seria.
–Debemos conversar sobre lo que pasó en tu cumpleaños –dijo suspirando.
Yo no le respondí nada, solo me mantuve en silencio con una molestia que me inundaba. Macarena al ver que yo no respondía, continuó.
–Lindsay... Lo que viste en la cocina fue un mal entendido, Javiera se me abalanzó y justo tú entraste en el momento equivocado. Lo siento mucho por eso, sé que te debiste sentir mal pero no fue más que un beso, ella estaba muy borracha y yo... yo no supe como reaccionar. Insisto, todo lo que paso no fue más que un mal entendido –se detuvo un momento, yo seguí en silencio lavando–. Lindsay, yo no puedo olvidar lo que pasó en el garage, fue algo realmente mágico, necesito que sepas que fue increíble para mí –trató de buscarme la mirada pero no lo consiguió. Yo me sentía tan molesta y herida–, por favor dime algo Lindsy... lo que vivimos fue hermoso, yo recuerdo eso a cada momento y no quiero que pienses lo contrario.
Todo lo que me decía venia de golpe para mi, a pesar de anhelar mucho esas palabras era difícil de asimilar. Me sentía como una bomba a punto de explotar, sentía tanta molestia con ella. Yo sabia que no eramos nada pero eso no le daba derecho de jugar conmigo.
–Pues claro que pienso lo contrario –me detuve mirándola fijamente–. Tenemos sexo en mi cumpleaños y minutos después te encuentro besándote con tu ex novia –trataba de ordenar las las ideas–, y es más! Te vienes con ella al otro extremo de la cuidad. ¿Que quieres que piense?
–Lindsay no estás entendiendo bien –se justificó–. Sólo necesitaba ordenar mis ideas.
–¿Ordenar tus ideas? –hablé irónica–. ¿En la casa de tu ex? ¿Crees eso normal? ¿No podías ordenar las ideas en tu casa?
–Te estás haciendo la cabeza con cosas que no son –respondió.
–¿Pero que quieres que piense? ¿Tenías que ordenar tus ideas justamente aquí con Javiera? Justamente con ella –resoplé molesta–. Dejas tirado tu trabajo por venir aquí, dejas a tus alumnos, me dejas a mi sin saber que mierda pensar!
–Lindsay...
–Ni un mensaje! Ni siquiera uno! Espere todo el fin de semana a que me escribieras –suspiré, sentía como esa rabia que tenía se iba convirtiendo en pena.
–Lo siento... Necesitaba pensar –ella negó con la cabeza y bajó la mirada.
–¿Pensar que? ¿Sí seguir jugando conmigo o sí volver con tu ex novia? –dije molesta.
–No es eso... Sólo necesitaba pensar.
–¿Pensaste ya? ¿Qué harás? –le pregunté firme.
–Lindsay... Yo... –ella mordió su labio y evitó mi mirada, suspiró triste y se quedó en silencio.
–¿Tu qué? Respondeme, ¿Que harás?
–Necesito tiempo –lo lanzó de una.
Sentí como todo se me vino abajo, se me hizo un nudo en la garganta, tenía tantas ganas de llorar. Eso que tanto temía que me dijera, estaba pasando justo en este momento.
Sabía a lo que se refería, no soy estúpida. Aparece su ex novia, las encuentro besándose y luego me pide un tiempo
Me mordí el labio y cerré los ojos aguantado todas las lágrimas que se me acumulaban.
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Stay With Me ©
Teen Fiction-Claro profesora Soto -dije nerviosa-. Nosotros cuidaremos de su sobrino, ¿No es así Kent? -Si, por supuesto -respondió mi amigo seguro. -Entonces cuando salgan de vacaciones empiezan. El lunes -dijo firme-. Muchas gracias chicos, no se como agradec...