Capítulo 22. Chica De Las Nieves

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Capítulo 22. Maratón 1/3

"Chica de las nieves":

Me estremecí con sus palabras, volví a tomar sus labios y los mordí, ella se quejó placentera. Tomó mis muslos y me levantó, me sentó en el mueble y seguimos besándonos, sus manos se metieron bajo mi polera, su tacto me enloqueció, jugaba con sus manos en mi espalda y yo con ambas manos le tomaba la cara para besarla más intenso, bajo su labios y comenzó a besar mi cuello, lo mordía despacio, gemí encorvandome hacia atrás para darle más espacio a sus mordidas, sus manos subieron tan jodidamemte lento a mis senos, los rozó por encima de mi sostén y luego los apretó.

–Espera espera –dijo retirando sus manos y separándose de mi–, no puedo.

Mirándola extrañada aún con mis piernas a cada costado de ella, un poco sonrojada por lo vivido pregunté.

–¿Qué dices por qué?

–No me siento cómoda Lindsay, yo tengo 24 años y tu eres menor de edad –bajó la mirada–, aún sigo siendo tu profesora y no lo sé... Tengo muchas ganas pero... También miedo.

–Hey tranquila Maca –acaricié su cabello–, está bien, tranquila –ella se sonrojó–, de todos modos el sábado cumplo 18 –reí.

–¿Enserio? ¿Este sábado? –preguntó mirándome.

–Si, Kent está organizando una fiesta en la casa de sus abuelos que queda a unos 15 minutos de aquí, tienes que venir –cambie el tema para hacer más liviano el ambiente.

–Bueno, me encantaría ir –sonrió con los labios juntos.

–Así que... Este sábado cumplo la mayoría de edad –estiré mis brazos y los puse alrededor de su cuello–, al fin seré legal –susurré cerca de sus labios.

–No puedo esperar a que sea sábado entonces –junto sus labios con los míos–. Oye, ¿Por qué no te quedas a dormir esta noche?

–¿Hablas encerio? –me emocioné y ella asintió–, me encantaría.

–Entonces ya es un hecho.

Luego de algunos besos, comenzamos a prepar la cena, comimos los tres mientras Nolan contaba historias que le habían pasado en la escuela, hablaba de las galletas de la señora Gilmore y de cuanto amaba los autos de juguete. Luego de cenar y lavar los platos subimos a su habitación, me prestó una remera de ella que usaba para dormir y nos acostamos sin antes darle un beso de buenas noches a Nolan.

–¿Tienes frio? –me preguntó susurrando luego de apagar las luces.

–No, estoy bien –me volteé quedando frente a frente–, ¿Tú tienes frío?

–La verdad es que si, mira mi mano –ella puso su mano en mi mejilla y estaba congelada.

–Por Dios Macarena, estas heladisima –exclame–, pareces un copo de nieve.

–Siempre estoy helada.

–Ven aquí chica de las nieves –la abracé y ella se acomodó en mi pecho, ordene su cabello y ella metió su mano dentro de mí polera tocando mi estómago–, ay estas congelada –susurré.

–Te aguantas, que tu estás muy calentita –reímos.

–Está bien –cerré mis ojos–, buenas noches chica de las nieves.

–Buenas noches.

(...)

–Lindsay! No me gusta el jamón! –refuño Nolan.

–Perdón, lo había olvidado –tomé su pan y le quité el jamón–, ahora si, come –se lo devolví–, Macarena ya viene llegando y me escribió un mensaje diciendo que hoy iríamos al parque.

–¡Que bien! Me encanta ir al parque.

Al rededor de las 4 de la tarde ella llegó, la tarde estaba cálida, ideal para  salir, fuimos a un parque que quedaba a unos 7 minutos de casa.

–¿Que pasa con Kent que no ha venido? –preguntó Macarena cuando estábamos sentada en una banca mirando a Nolan en un columpio.

–Está saliendo con una chica y está todo el día pegada a ella –comenté sonriendo.

–Oh que bien por ellos, ¿Y quién es ella, la conoces?

–No, dice que la conoció en el hospital ese día del accidente de su hermana Gemma, se llama Kristel y el sábado la conoceremos.

–¿Y tus padres irán a esa fiesta?

–A mí padre no lo veo mucho, seguramente me llamará y mi madre está en Londres –respondí.

–¿Londres? ¿Y con quién te quedas en casa? –me miró con en ceño fruncido.

–Sola, de vez en cuando una vecina baja a ver que todo este en orden –desvíe su mirada.

El parque era grande, lleno de niños, mire a Nolan, corría con otro niño sonriendo.

–¿Hablas encerio? ¿Tú madre te deja sola en casa, se va a otro país, y una vecina va a mirarte de vez en cuando? –preguntó molesta.

–Eh-Eh bueno si –vacile, me sorprendí por su reacción.

–No puedo creerlo Lindsay, tienes 17 años! ¿Cómo te puede dejar sola? Algo podría pasarte.

–Bueno la verdad yo estoy acostumbrada –mentí para calmarla.

Aún no me acostumbraba a estar sola, sobre todo en las noches, pero no se lo diría.

–Eso no está bien Lindsy, disculpa mi reacción pero no está bien, yo-yo sé lo que es estar sola, te conté que a tu misma edad me vine a vivir acá sola y es horrible.

–Tranquila Maca –tomé su mano–, de verdad que estoy acostumbrada –quise cambiar el tema–, ¿Y tu hermana? ¿Dónde está?

–Está trabajando en Argentina –rodó los ojos–, ni siquiera quiero oírla.

–¿Por qué? ¿Qué pasó? –recordé qué me había mencionado que estaban molestas.

–Cree que es mi madre, por ser mayor no significa que tiene que mandarme o regañarme –suspiró–, tengo miedo que las cosas vuelvan a ser como antes.

–¿Cómo antes?

–Si bueno, nunca nos llevamos muy bien. Cuando yo me vine aquí a vivir ella tenía 20 años y yo solo espereba que me apoyará o que por lo menos me viniera a ver, pero nada, me dio la espalda igual que mis padres, yo estaba en una depresión enorme, muy molesta con todos, comencé a estudiar para ser profesora y eso me calmó un poco pero aún me sentía mal.

>Cuando termine la universidad ella se acercó a mi, yo sabía que tenía un hijo pero jamás lo había visto, y hace unos dos años conocí a Nolan, perdí varios años a su lado pero apenas lo vi me enamore inmediatamente de él, comenzamos a tener relación con mi hermana y Nolan me devolvió la luz, justo inicié a trabajar y yo ya era otra persona, más alegre, más feliz.

–Esos dos años, son desde que yo la conozco –afirmé.

–Si, dos meses antes de entrar a trabajar en la escuela que tu vas, yo conocí a Nolan y fue cuando mi vida cambió –me sonrió.

Yo le sonreí, amaba conocer más de ella. Un grito nos desconcertó, era Nolan. Rápidamente nos levantamos y acercamos.

–¿Que paso Nolan? –pregunté, él estaba en el suelo y había comenzado a llorar.

–Me duele mucho la pierna, me duele mucho –sollozó.

Nos agachamos y yo limpie su rostro lleno de lágrimas, Macarena comenzó a tocar su pierna mientras él se quejaba adolorido.

–Creo que se la fracturó –dijo mirándome muy preocupada.

~
Primera parte de la maratón, espero que les haya gustado ❤️

Comentenme cuales son sus actores favoritos, yo personalmente estoy mas que enamorada de Sarah Paulson 😍🤤

No olviden seguirme para información sobre fechas de mis próximos capítulos.

Besos 💖

Stay With Me ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora