Mi Dan

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Narra Phil:

Hoy era uno de esos días en que Dan y yo decidíamos no hacer nada. Solíamos pasar el día entero en pijamas, mirando películas en el portátil o hablando hasta quedarnos dormidos.

En ese momento tenía a Da recostado en mi pecho, estábamos en mi habitación. Dan usaba su computadora y yo mi teléfono. Escuche a Dan reír, él estaba mirando un vídeo de un lindo perro. Agache mi cabeza hasta darle un beso en la mejilla.

Él levanto la cabeza sonriendo, y se estiró para darme un pequeño beso en la comisura de los labios.


Dan Howell.

Dan Howell me ha vuelto loco.

Porque hay cosas de él que me encantan y no las puedo describir ni en mi propia cabeza.

Dan tiene ese toque de ternura que alcanza los limites y a mi me hace sonreír. Él dice ser una persona sin alma, sin corazón, pero yo lo conozco muy bien; fuera de las cámaras y las convenciones, Dan llega a ser muy adorable.


Ví como Dan cerro su portátil, la dejo a un lado y se dio la vuelta en la cama para quedar encima mío, colocó ambas manos a mis costados en la cama y sonrió. Yo reí por que me sentía muy feliz de tenerlo conmigo y de todas las cosas que habíamos logrado. Sentí como los labios de Dan se posaron sobre los míos, labios delicados y suaves.

-Te amo, me has vuelto loco Daniel.

-¿Eso es bueno?


Las sonrisas de Dan eran especiales. Cuando el sonreía se mostraban los hoyuelos en sus mejillas, lo hacían ver tierno e indefenso, como un gatito, como mi niño pequeño de hace años. Y aparecían también unas pequeñas marcas en sus ojos, esas pequeñas arruguitas que marcaban su felicidad.


-Muy bueno Dan, por que estoy loco por ti.-Le conteste cortando el espacio entre ambos una vez más, yo trate de moverme hacia adelante, pero Dan sostuvo mis muñecas con sus manos, besándome con intensidad mientras sonreía en el acto.


También era juguetón. Dan es travieso y ríe en un tono muy alto; pero eso es algo que todos saben. Pero cuando estaba conmigo era como un niño, siempre mostrandose así mismo como él es y no como los demás se lo piden, diciendo cosas estúpidas sin darme una mirada extraña y luego disculparse a la audiencia. Dan solía ser juguetón cuando quería provocarme para llevarlo a la cama, y terminábamos riendo en vez de calentar las cosas.


-Y yo te amo...-Le dije cuando me dejo respirar, aprovechando su pesada respiración, me incorporé y así nos quedamos ambos sentados frente al otro con las piernas en todos lados.- Mucho, Dan.

-¿Mucho?

-¡DEMASIADO!- Exclame acariciando sus mejillas con ambas manos, mirando sus labios.


Dan tiene este color rosado en la parte baja de las mejillas por naturaleza, cuando era más pequeño de veía sumamente adorable, un poco más que ahora, pero en ese entonces el no aceptaba su cuerpo, ahora parece amarme a si mismo y me da gusto haber ayudado en eso.


Dan & Phil One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora