Sólo Una Oportunidad. [Completa]

Capítulo 2.

La maestra llega y disipa a todos los insectos que se estaban formando, tanto que me estaba infestando rotundamente.

-Bien chicos – Dice mientras abre el libro escribiendo la página en el pizarrón – Trabajaran en equipos – Me empiezo a imaginar a todas las chicas pidiendo ser compañeros de Theo – Trabajar con el que tienen al lado – Esto no puede ser posible, me lamento internamente pero me alegro aún más adentro – Tendrán que hacer una biografía sobre un personaje de su elección, ya sea algún famoso, un pintor o escritor, o personaje histórico – Mi mente formulando a la persona sobre quien escribiré se emocionó, pero al pensar que es un trabajo en equipo no coincidiremos – Les daré un tiempo para que se organicen, les dejare en el pizarrón los requisitos de los que se tienen que guiar –

Empiezo a escribir los requisitos, y el nombre de la per, cuando escucho que una silla se mueve hacia mi lugar, al voltear me encuentro con un rostro blanco con ojos miel mirándome.

-Y bien compañero – Su aliento tan cerca de mí me derrite poco a poco, aunque intento mantenerme en pie - ¿Cuál será la persona a la que escribiremos? –

-Pues yo tengo unas ideas, pero no sé si te gusten – Mi voz se derrite poco a poco.

Toma mi libreta sin previo aviso y empieza a leer la lista de personas famosas de las que tengo ganas de escribir, en voz sólo audible para nosotros dos empieza a decir los nombres.

1. J.K. Rowling.

2. Elizabeth Schuyler.

3. Angélica Schuyler.

4. Margarita Schuyler.

5. Alexander Hamilton.

Cuando termina me mira directamente, sus ojos me penetran directamente hasta el alma, sus labios finos empiezan a formular las palabras:

- ¿Los conoces? – Parece curioso, y supongo que el los conoce también.

-Sí, los conozco – Miro los nombres que escribí – Son parte de mi inspiración –

-Pues eso está bien – Sus palabras en mi mente son diferentes, para mi suenan como "También los conozco y los admiro", pero sólo es cosa mía – ¿Cuál quieres escoger tú? –

Esa frase me abrió un mar de libertades y de expresiones.

-Tenía planeado sobre Elizabeth Schuyler –

-Es buena opción – No me pregunta sobre su vida, ni yo le pregunto cómo sabe que es buena opción, sólo parece intuición.

Al cabo de unos minutos de silencio incomodo a mi lado suena el timbre del final de la primera clase, por dentro rezo por que no se vaya a sentar a mi lado, argumentando que lo de la primera clase sólo es coincidencia, más no el destino.

En las tres siguientes clases que son Algebra, Química e inglés no se sienta junto a mí, lo cual me alivia un poco, pero con cada que podía Daniela me decía que me veía más feliz desde la primera clase, a diferencia de otros días, le digo que es por la oportunidad de hablar sobre Eliza Schuyler.

-A mí no me engañas Johnny – Decía fin he inicio de clases.

En el comienzo del almuerzo todos nos juntamos en la cafetería, tenemos una mesa al fondo, cerca de la ventana de la cual yo no despegaba la vista, donde nos juntamos siempre. Veo a Theo entrando con su almuerzo, su mirada choca con la mía he intento parecer distraído con otra cosa, y disimular que creo que me estoy poniendo rojo. Daniela me ve, y Paulina me da un codazo en las costillas. De los que estamos aquí soy el más molestado y no sólo por brabucones, sino por mis propios amigos.