Capítulo 11.

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-Ósea, ¿No vendremos hasta finales de febrero? – Dice una de las voces hasta el otro lado del aula.

-Exacto – Dice nuestro tutor revisando su reloj y guardando sus cosas en su mochila – Que tengan muy buenas vacaciones –

En dicho momento suena la campana y todos hacen bullicio por Salir de una vez del ala, yo me quedo sentado hasta ver como todos han salido, Theo pasa conmigo y vamos lentamente hasta la entrada, mis amigos ya han salido con el resto de la gente.

- ¿Qué tienes planeado para las vacaciones? – Pregunta Theo cuando empezamos a bajar las escaleras.

-Pues lo mismo de siempre, leer, dibujar, dormir –

- ¿Enserio? –

-Si –

-Pues conmigo eso cambiara –

- ¿Por qué lo dices? –

-Te molestare todos los días –

Sonrió mientras legamos a la entrada y Theo se adelanta para tomar su motocicleta negra con verde, me hace señas para que me acerque, cruza su pierna por encima y sujeta con fuerza el mando de la moto.

-Sube – Me dice mientras se quita la mochila y la pone entre sus piernas.

-Está bien – Me pongo de puntas para poder hacer que mi pierna cruce al igual como lo ha hecho Theo.

-Sujétate con fuerza – Dice mientras la motocicleta arranca, abrazo el cuerpo de Theo con mucha fuerza hasta que se juntan nuestras almas.

El aire cruza nuestros rostros y siento el frio como entra rápidamente entre las mangas de mis sudaderas, y me acerco aún más al cuerpo de Theo.

-Acércate – Escucho su voz resonar por entre el aire – Abre los ojos –

-No puedo – Cierro con fuerza los ojos – Es mi primera vez en una moto –

Levanto lentamente la cabeza y poco a poco voy sintiendo menos el aire, cuando logro abrir los ojos un suave aire, no se escucha el escandalo creado por la moto y me doy cuenta de que se ha detenido, por el tráfico.

-Esto es lo segundo por lo que me molestaba tener una moto –

- ¿Segunda?, ¿Cuál es la primera? –

-No poder verte todos los días en el autobús –

Me sonrojo un poco y oculto en su espalda.

-Pero con las prontas vacaciones voy a ir a visitarte todos los días, te cansaras de mi – Dice mientras siento como su cuerpo se tensa y se mueve y como el sonido aumenta y el aire se vuelve más intenso.

-Nunca me cansare de ti –

Me aferro más a su cuerpo y sigo dejo que el aire pase a través de mí y que al mismo tempo haga lo que tenga que hacer con mi cabello.



Más tarde estoy bajando las escaleras de un callejón un poco angosto, Theo me pregunto si podía ir al estudio después de que me dejara en mi casa, y como siempre, mi mamá encantada de tener nuevamente la casa para ella y obviamente con la tarea terminada, pero antes de dejarme me dijo que tenía que traer algún día a la casa a esa persona con la que paso demasiado tiempo después de clases.

Llego a la plaza y caminando siento como si todos me estuvieran viendo, pero esta vez el miedo no me agobia demasiado; termino caminando con un paso firme que después de un momento mis pies ya se han cansado.

Sólo Una Oportunidad. [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora