- ¿Tienes frio? – Su voz me recorre todo el cuerpo.
-Un poco, pero es soportable – Cruzo los brazos, en verdad el frío me cala insoportablemente, pero con él a mi lado puedo aguantarlo.
-Eta bien – Siento su brazo moverse por atrás de mi cabeza y acercándome a él.
Inclino mi cabeza suavemente sobre su cuerpo, disimulando el tiritar de mi cuerpo.
-Vamos, te llevo a tu casa –
-Se te va a hacer costumbre –
-Sólo es la segunda vez que la veo –
-Está bien –
El camino de regreso es el mismo que ayer, está a cierta distancia de la plaza y del parque que visitamos ayer. Caminamos lentamente, nuestras dos presencias parecen fundirse en una, es totalmente distinto a cuando estamos en la escuela, la gente se nos queda viendo, pero ni Theo ni yo hacemos caso a las miradas.
Volvemos a pasar por la tienda de ayer, y yo temiendo lo que vaya a suceder, efectivamente, la misma chica está en el mostrador, pero Theo no se detiene, no se inmuta ante la presencia de la chica, seguimos con un paso firme y calmado. La calle estrecha parece aún más estando abrazado de Theo. Veo como se detiene, se separa un poco de mí y busca entre las calles, la pregunta está a punto de salir de mi boca, pero es interrumpida.
Toma mi rostro entre sus manos y me acerca con rapidez a él, siento como sus labios se vuelven a combinar con los míos como hace unos momentos.
Cuando se separa sigo con los ojos cerrados, al abrirlos me encuentro con su mirada puesta en mí, con una sonrisa plasmada en su rostro, incluso sus ojos parecen sonreír.
- ¿Y eso? –
-Simplemente te quería sorprender –
-Lo hiciste –
Seguimos con el paso hasta llegar a mi casa, con una sonrisa ensimismada en nuestros rostros abro la puerta y cuando estoy a punto de cerrar, Theo sigue enfrente de mi puerta, pero se acerca con gran decisión.
Con una mano abre la puerta y se acerca, me da otro beso y no lo detengo, incluso en la entrada de la casa se sigue escuchando la televisión de la sala, lo que indica que mi mamá está ocupada y no se percatara de nada.
-Otra gran sorpresa –
-Eres un cofre lleno de sorpresa – Sonrió y le acaricio las mejillas –
-Hasta mañana –
-Hasta mañana –
Espero a que se retire y se pierda de vista para cerrar la puerta. Subo las escaleras que llevan a la sala de estar, donde está mi mamá viendo la televisión con unas prendas en la mano.
-Ya llegué mamá –
-Que bien hijo –
Me acerco y me siento junto a ella.
- ¿Te divertiste? –
-Sí, demasiado – Me sonrojo al recordar todo.
-Me alegro, al menos ya no estas todo el tiempo en tu habitación –
Sonrió y junto con mi mamá me pongo a ver la televisión. Después de unos minutos mi mamá decide apagar la televisión y cada uno regresa a su habitación. Me dejo caer en la cama pensando en todo lo sucedido, y sonriendo con cada recuerdo.
Pongo el teléfono en el escritorio y lo pongo a cargar, de repente empieza a vibrar y veo un mensaje.
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Sólo Una Oportunidad. [Completa]
Romance¿El amor puede ser correspondido? ¿Los momentos en el autobús pueden ser inolvidables? Johnny es un chico de diecisiete años, quien está a punto de terminar la preparatoria, y con deseos y sueños de seguir estudiando, llegará alguien que le c...