Estamos con Paulina en mi casa mientras se enjuaga la cabeza en la regadera, pensamos que llegar a mi casa sería más rápido, y además con el pleito que tuvo Daniela con Karla que para mí fue más que satisfactorio. Paulina ya estaba a lagrima suelta en cuanto decidimos traerla.
Daniela está dando vueltas por la sala con la rabia a flor de piel.
– ¡Es que se lo merecía! – Dice al ver mi mirada de regaño – ¡Además tu disfrutabas tanto como yo cuando empezó a suplicar! –
– Lo sé, pero ¿Y si había un oficial cerca? –
– No lo había, y las personas que estaban cerca no nos separaron –
– Lo que hiciste no estuvo bien Daniela – Dice mi mamá entrando en la sala con una taza de té – Ten, para los nervios –
– Gracias, pero no son nervios señora, es rabia contenida, me hubiera gustado patearle la cara y romperle la nariz –
– ¿Más? – Dice Sara entrando en la sala.
– Si más – Daniela quien se percata de la presencia de Sara se acerca a esta – ¿Cómo esta Paulina? –
– Está mejor, está llorando y diciendo todavía que le arde la cabeza, pero lo último creo que es drama suyo –
– Iré con ella – Dice Daniela lleno rápido al baño y olvidando que tenía una conversación con nosotros.
Mi mamá se sienta a mi lado mientras Sara se sienta en el sillón de enfrente y vemos como Norma aparece a través del pasillo que lleva al baño.
– Decidí dejarlas solas – Dice Norma un poco apenada y se dirige al sillón donde esta Sara.
– Pues no está bien lo que hizo aquella chica – Dice mi mamá cortando el silencio que se creó después del comentario de Norma – Pero tampoco fue bueno que Daniela se fuera a toda velocidad a los golpes –
– Pero se lo merecía – Dice Sara y Norma al mismo tiempo.
Mi mamá le da un sorbo a la taza de té que le había ofrecido a Daniela y mis amigas y yo intercambiamos miradas; de repente mi teléfono empieza a vibrar, lo saco rápidamente y me encuentro con la foto de Theo.
– Es Theo – Digo en un tono esperanzador – Voy a contestar – Me levanto y me dirijo a unas escaleras que dan a la azotea de la casa.
Cuando el sol me cala en los ojos al abrir la puerta presiono el botón verde y me acerco al pequeño techo sobresaliente para crear sombra.
– ¡Hola! – Dice Theo alegremente.
– Hola – Digo en un tono más apagado.
– ¿Qué pasa? – Dice con una mueca de preocupación.
– Nada –
– Sé qué te pasa algo –
Doy un leve suspiro y le cuento a Theo lo que paso hace unas cuantas horas, omitiendo claramente la plática que estábamos teniendo mis amigas y yo antes de lo sucedido; le cuento todo lo que dijo Karla y las expresiones que había, y luego lo que le hizo a Paulina y como Daniela reacciono.
– Pues se lo merecía – Dice Theo arrastrando las palabras.
– Lo sé – Digo de una forma como si me diera pereza pronunciar las palabras.
Lo miro directamente a los ojos, aunque me cuesta un poco por el reflejo del sol que atraviesa por el pequeño techo sobresaliente; Vacila un momento y parece temer pronunciar palabra alguna después de contarle todo lo que dijo Karla sobre él.
ESTÁS LEYENDO
Sólo Una Oportunidad. [Completa]
Romance¿El amor puede ser correspondido? ¿Los momentos en el autobús pueden ser inolvidables? Johnny es un chico de diecisiete años, quien está a punto de terminar la preparatoria, y con deseos y sueños de seguir estudiando, llegará alguien que le c...