Sólo Una Oportunidad. [Completa]

Capítulo 44.

El reloj en la plaza está marcando ya las ocho de la noche, mis amigos se despiden de nosotros a regañadientes, Theo me voltea a ver algo triste, como si ya se fuera a ir, como si los recuerdos que acabamos de vivir fueran a borrarse. Me aprieta la mano y volteo a ver de lejos el tumulto de casas que ocultan la mía.

– Quiero ir a tu casa – Me dice cuando regreso la vista.

– ¿Por qué? –

– Porque tu mamá también le preocupara que me fuera, además quiero abrazarte una última noche – Me acerca a él y me da un beso en los labios – Di que si –

– Esta bien –

Nos levantamos al mismo tiempo y empezamos a caminar, pasamos al lado del teatro y por una calle por la cual parece que los autos no pueden pasar, caminamos juntos por la banqueta y a lo lejos vemos el local donde vi a Karla por primera vez, me detengo y Theo se me adelanta.

– Vamos, no pasa nada – Me rodea con su brazo y seguimos caminando – Tu eres mi único amor –

Caminamos con fuerza y cuando pasamos por en frente del local no podemos evitar volver la cabeza hacía este, ya no está la chica de cabello negro largo y el labio partido, está un chico; Theo y yo seguimos dando grandes zancadas y no siento el peso hasta mi casa, me detengo en la puerta y saco la llave de la puerta, giro esta y se abre la puerta, jamás había sentido el ambiente de mi casa tan tétrico.

Tan frio.

Tomo la mano de Theo y entramos, cierra la puerta y cuando lo hace mi mamá aparece al final de las escaleras, con un rostro preocupado y me muerdo la lengua al recordar que no le dije que Theo ya estaba mejor.

– ¡Hijo!, ¿Cómo estás? – Baja a toda velocidad las escaleras y abraza a Theo – Johnny me dijo que te había pasado algo –

– Estoy bien señora – Theo le da un fuerte abrazo a mi madre y los miro con una sonrisa.

– ¡Ven!, ¡Ven!, vamos a la sala –

Toma la mano de Theo y suben precipitadamente, Theo me toma a mí del brazo y llegamos hasta la sala, mi mamá sienta a Theo en el sillón individual, me coloco detrás de él y coloco mis manos en sus hombros, mi mamá se sienta en el sillón grande de al lado.

– ¿Qué fue lo que paso? –

Theo le cuenta lo mismo que me conto a mí, explicando la situación por la que están pasando sus padres, y la razón por la cual se tuvieron que separar, y con quien se va a quedar, le dice que t tendrá que irse lejos, y le explica que mañana se va y que hoy es su ultimo día aquí.

– Hay Theo... – Dice mi mamá con las manos en la boca.

– Si señora, y pensaba pasar mi última noche aquí, con Johnny – Toca mi mano que sigue en su hombro.

– Por supuesto – Dice mi mamá poniéndose de pie – ¿Tu papa no se preocupará? –

– No, le dije que estaría con Johnny, me dejo venir –

– Si te dejo quedarte entonces será necesaria una cena especial – Dice mi mamá yendo a la cocina.

– No se preocupe, no es necesario –

– Bueno, pero, aun así, preparare la cena – Mi mamá muestra una sonrisa que casi hace que sus ojos desaparezcan.

– Ahora que recuerdo – Dice Theo apretando mi mano y haciendo que rodee el sillón para sentarme en sus piernas, siento algo raro, pero me he acostumbrado – Mi papá y tú, en año nuevo se detuvieron a platicar de algo –