Sólo Una Oportunidad. [Completa]

Capítulo 8.

Efectivamente, el profesor de inglés no llego, y al tener dos horas de inglés, sin tanto razonamiento ni tanta deducción eso nos da dos horas libres a primera hora. Daniela, Norma, Sara, Jared, Paulina, Theo y yo juntamos nuestras bancas. Estamos en la esquina, así que nadie se percata demasiado de nuestra presencia. Estoy hasta el rincón del salón, y Theo está delante de mí, sentado de lado, con la mano izquierda contra la pared, por debajo de mi pupitre, encontrándose con la mía y sujetándose fuerte.

Intento disimular la alegría que me trae un momento así, mientras Norma nos relata la historia de cómo ayer su perro se escapó y pasaron casi todo el día buscándolo y resulto estar en la casa del vecino.

- ¿No habían escuchado los ladridos al lado? – Pregunto Sara curiosa.

-No – Respondió Norma claramente avergonzada – En ese momento era importante buscarlo y no andar escuchando mucho –

-Hay Norma – Daniela quien aparto levemente la mirada de Paulina ahora parecía regañar a Norma – Para la próxima cierra bien la puerta –

Mis ojos se desvían del rostro de Norma al de Theo, no muevo la cabeza, pero mi vista esta fija en él, nadie se da cuenta, pero estoy totalmente sumergido en él.

Siento como su mano se aprieta en torno a la mía, y sonrió idiotamente, Daniela se percata de eso ya que me mira y entrecierra los ojos. Aunque no sé lo que dice me imagino claramente su voz.

-Ya se lo que está pasando. Yo si me percato de tus sonrisitas y miraditas –

Sonrió al marginarme los gestos que haría al reclamarme todo eso.

Detrás de Daniela logro ver a una de las chicas caprichosas, pienso que ha de estar viendo algo cerca de mí, pero en realidad su vista está dirigida hacía mí. Es un leve presentimiento, pero estoy totalmente seguro. Siento otra mirada quemándome, volteo y es Theo, se me queda mirando, más bien mis amigos se me quedan viendo aparte de él.

- ¿Qué pasa Johnny? –

-No nada-

¿Seguro? Tenías la mirada perdida –

-Últimamente que no se me pierde –

- ¿La virginidad? – Suelta Daniela a la ligera. Veo como Theo se sonroja.

-Por favor, es el, será lo último que perderá – Bromea Sara, soltando una ligera carcajada que es difícil de callar.

-Por favor, ¿Si sale alguien que me quiera sinceramente? –

-Tendrá que ser alguien muy valiente – Se ríe Paulina.

De repente Theo se levanta soltándome.

-Voy afuera un rato, ¿Quién me acompaña? – Nadie dice nada, y por impulso levanto la mano – Pues vamos -

Me levanto rápido y cruzo entre los lugares de mis compañeros, mientras escucho como estos y unos otros empiezan a cuchichear cosas que nunca sabré que es.

Ya pasando por el pasillo que está casi sólo, pero con mucho alboroto, al parecer otros profesores han faltado, los únicos que alcanzo a ver presentes son la secretaria, el prefecto y la directora.

-Desearía que nos dejaran salir de una vez – Dice Theo al ver como la directora está caminando desesperadamente dentro de su salón.

-A mi igual –

Tardamos unos cuantos pasos, y dejamos atrás unos cuatro salones, hasta que nos encontramos cerca de la tienda escolar.

- ¿Qué vas a comprar? – Digo mientras veo unas paletas que hay cerca de mí.