Tomo con fuerza la escoba mientras empiezo a barrer la entrada de mi casa, mi mamá me encargo hacerlo mientras ella iba a pagar los recibos y ver los precios de las tiendas para la cena navideña, me ofrecí para ir con ella, pero se negó rotundamente diciéndome que mejor le ayudara con la limpieza del hogar en lo que ella se encargaba de aquello. Mientras hago esto veo como varios niños que viven por el callejón se me quedan viendo y se burlan de mí.
– Los hombres también se pueden ocupar de estos deberes – Me repito a mí mismo cuando me señalan indiscretamente – Malditos estereotipos de género –
Mientras sigo barriendo ahuyentando el polvo veo como una silueta que no veía desde hace tiempo aparece plantándose en la entrada de mi casa; Siento como algo se acumula en interior, como si quisiera vomitar.
– Hola – Dice con su gruesa voz.
– ¿Qué quieres? –
– ¿No puedo venir a visitar a un viejo amigo de la secundaria? –
Levanto la mirada entornando los ojos y lo veo, frente a mi puerta veo un rostro robusto, con el cabello lizo demasiado corto de un negro azabache, y unos ojos cafés oscuro y con una nariz que tiene aspecto de que le hubieran soltado un puñetazo y se le hubiera hinchado.
– ¿Amigos?, que yo recuerde tú me acosabas –
– Wow, no te acosaba – Dice arqueando una ceja intentando parecer galán – Además tú no te quejabas, parecía gustarte –
– Gustarme, verbo pasado, lo que significa ya no más – Frunzo el ceño al ver que no se va – ¿Me dirás a qué viniste o te quedaras ahí mirándome como acosador? –
– Wow, ya no eres el tímido chico que veía a cada rato pasar por el pasillo de mi salón –
– Arturo, ¿Te iras o me seguirás interrumpiendo en mis deberes? –
– ¿Sigues siendo niño educado? –
– ¿Seguirás evadiendo mis preguntas con más preguntas? – Pregunto en un tono irónico.
– Sólo quise venir a verte – Recarga su cabeza en el portal de mi puerta – Y preguntarte algo –
– ¿Qué me preguntaras? –
– ¿Quién es ese con el que tomaste esa foto?, ¿Sales con él? – Se me hace un revoltijo el estómago y de repente se me va el habla.
– A ti te importa muy poco si salgo con alguien – Digo tomando la escoba con fuerza.
– Me importa mucho – Acerca su rostro demasiado a mí, tanto que siento su respiración – Ese tipo no te merece, no se ve que te pueda dar algo, desde siempre te he pedido que salgas conmigo –
Frunzo el ceño y lo aparto sacándolo de mi casa.
– ¡¡Johnny!! – Dice en un tono que parece combinar frustración y decepción.
Cierro la puerta con fuerza volviendo a esparcir la tierra donde ya había barrido, escucho sus fuertes golpes y sus protestas del otro lado de la puerta.
– ¡¡Johnny!!, ¡¡Algún día tendrás que salir conmigo!! –
– Antes muerto – Digo entre dientes.
Vuelvo a limpiar y en menos de unos diez minutos se dejan de escuchar sus golpes y protestas, abro de a poco la puerta y al confirmar que no hay nadie la abro por completo, asomo la cabeza y lo veo bajando el callejón hecho una furia. Me rio un poco cuando voltea un poco y veo su perfil, su piel morena parece haber adquirido un tono rojo de ira.
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Sólo Una Oportunidad. [Completa]
Romance¿El amor puede ser correspondido? ¿Los momentos en el autobús pueden ser inolvidables? Johnny es un chico de diecisiete años, quien está a punto de terminar la preparatoria, y con deseos y sueños de seguir estudiando, llegará alguien que le c...