Capítulo 4.

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La plaza está casi totalmente vacía, muy poca gente está cerca, y al atardecer no se le ve ni pizca de pronta proximidad. Nos sentamos en una banca, con la mochila me parece totalmente incomodo estar en un lugar.

-Bien – Digo mientras me acomodo la mochila – Me sacaste de una cómoda cafetería para venir a una plaza y colocarme en un lugar incomodo donde aparte me cala el sol – Termino sonriendo.

- ¿Enserio te molesta? – Parece preocupado.

-Es broma, es bueno estar aquí – Pongo mi mano en su hombro, pero al ver que me regresa su mirada la quito rápidamente.

-Si te molesta estar aquí podemos ir a otro lugar –

-No es enserio – Lo volteo a ver y le sonrió – No me molesta, es algo lindo – No sé si lo digo por la plaza o por Theo.

-Sí, el lugar es lindo – Su mirada está concentrada en la fuente y en su estatua con una musa.

Nos quedamos viendo la fuente, concentrándonos en como el agua pasa inmaculadamente desde la vasija de la musa hasta caer a la fuente, me pierdo en el hipnotizan te del ciclo del agua. Respiro relajadamente y siento la brisa. Volteo casualmente y veo los ojos de Theo en mí, me pongo nervioso y no sé que hacer.

- ¿Por qué me miras? – Le digo claramente nervioso.

-Porque eres lindo – Siento que me pongo rojo, pero empiezo a reírme.

-Que buena broma – Digo dejando de fingir la risa natural.

-No es broma –

-Por favor Theo, para ser sinceros no soy la persona más interesante del mundo –

- ¿Por qué lo dices? – Suena muy curioso.

-En primera no soy interesante, en segundo soy un Geek fan de libros y comics, en tercera no soy atractivo – Tomo mi cabello y lo sacudo – Mira esto, con verme muchos piensan que soy un hipi –

-Pues no me parece tan malo – Me acaricia el cabello, me aparto un poco.

-Para ti no, a veces es molesto – Me agarro yo el cabello.

- ¿Por qué? – Sigue pareciendo curioso.

-Es un poco molesto, no lo puedo acomodar en la mañana, y a veces da calor en los días calurosos de verano –

Se me queda viendo con aires de curiosidad, siento como me pongo rojo y mi sonrisa se extiende, y agacho mi cara, cubriéndome con mis manos y los codos en las piernas.

Siento su mano en mi espalda y un calosfrió se extiende por todo mi cuerpo.

-Me gusta tu cabello – Me dice cuando revelo mi rostro de entre mis manos.

-Gracias –

Paseamos un rato por la plaza, me sorprende que este tan sola a estas horas, a como veo desde mi casa este lugar se ve bastante lleno.

Nos encontramos en el teatro, me acerco a los leones de bronce que hay en la entrada, los miro y los acaricio como si fueran reales, cuando volteo Theo esta con su teléfono.

- ¿Alguna admiradora llamándote? – Me recargo en el León.

-No – Veo que mueve algo en su teléfono – Quiero inmortalizar estos momentos – Dice levantando el teléfono señalándome con este – Vuelve a acariciar al León – Sonrío, me sonrojo y le doy la espalda volviendo a acariciar al animal de bronce – Bien, ahora una nosotros dos –

Sólo Una Oportunidad. [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora