La madre de Haru y Kaedé.

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You - Keaton Henson

Nuestra madre... nuestra madre se suicidó cuando Haru tenía nueve años. Por eso nos cambiamos de ciudad, no fue por trabajo, ni para pagar mi universidad. El trabajo de nuestro otōsan era estable, y teníamos dinero para pagar mi universidad, es solo que... nuestro otōsan no quería que creciéramos en esa casa. No veía buenos recuerdos de ella. Recuerdo que fue nuestra madre quien le pidió a Haru que le escribiera cartas contándole su día, lo recuerdo perfectamente. Mi hermana pequeña lo hacía todos los días, de todas las semanas, y madre las leía en su escritorio con una gran sonrisa en los labios, luego la tomaba y la sentaba con ella para hacerle lindos peinados.

También recuerdo ese día... no sabía que pasaba con su animo pero madre no soportaba que le habláramos, otōsan decía que ella tenía una pintita en el corazón que le impedía ser feliz, y ahora, que estoy grande me di cuenta de que esa pintita en el corazón era depresión. Siempre la veía tomar medicamentos y recibir notificaciones de médicos que ella al leer rompía en mil pedazos, para después tomarse la cabeza con frustración. Ese día no fue la excepción, al terminar de leer la lanzó lejos, Haru se acercó a ella para entregarle una de sus cartas para, quizás, subirle el animo, pero ella la rompió mirándola con odio, pidiéndole que dejara de darle sus boberías y que madurara. Claro que fui con mi hermanita para contenerla y la saqué de allí, para tratar de calmar su llanto decepcionado.

Ese fue el día de su muerte. Se suicidó ahorcándose con una toalla en el baño de nuestra casa... en donde habíamos vivido y aprendido tantas cosas bonitas. Mi padre la encontró y llamó inmediatamente a la ambulancia, aunque ya era demasiado tarde...

Pensé que para Haru el tener nuevos amigos sería una distracción de la experiencia tan traumática que habíamos vivido, y me fui en lo cierto. Lucas y Aiden fueron un pilar fundamental para su crecimiento, al igual que Maestra Marquéz. Haru también le hacía cartas a ella cuando pequeña. Hacía dos cartas en el día, una para madre, y otra para su maestra.

Al dejar la ciudad Haru perdió todo contacto con ella, y tampoco nosotros podíamos hacer algo porque estábamos muy ocupados por la mudanza, y al enterarme, ahora que ella tiene dieciséis años que le enviaba cartas a su maestra que ya no está aquí es completamente devastador.

Imagino el dolor que debe sentir. Es terrible. Y lo peor, es que como su hermana mayor, no puedo apagar ese dolor, de perder a su madre y a quien consideraba una...


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