Capítulo siete.

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 Alguna parte del mundo / 5 de Julio / 09:23pm

Querida maestra:

Hoy es domingo. Ayer me fui a quedar a casa de Lucas, hicimos una noche de amistad y complicidad. Fue divertido. Tuvimos que dormir Aiden, Lu y yo juntos en una cama de dos plazas ya que en la casa de Lucas solo hay dos camas, una de la señora y el señor LeBlanc, y la última es de él. La cosa se puso divertida cuando tuvimos que dormir. Lu me obligó a acostarme al medio a lo que a él lo dejaba en el lado derecho de la cama, según él porque le daba calor por las noches y debía sacar una pierna por la orilla para sentirse fresco. Aiden no opinó nada, así que tuve que hacerlo. Hacía mucho frío, maestra, y a mí se me ponen los pies helados, así que por la noche no pude evitar poner mis piernas sobre las de mi amigo, que estaba a mi izquierda.

Hoy, Aiden nos despertó sobresaltándose al sentirme muy cerca suyo... yo no quise, pero es que en la noche tenía tanto frío y él estaba tan calentito, no pude evitarlo. Cuando me desperté él estaba completamente sonrojado. Me miró así mismo con los ojos bien abiertos, salió de la cama y luego de la habitación. 

Tomamos desayuno, jugamos en la Play y después salimos a dar un paseo por nuestro lugar secreto. Lucas se puso a dibujar el paisaje verde a nuestro alrededor. Aiden estaba sentado en el sillón abandonado con los ojos cerrados y la respiración lenta. Yo lo miraba sonriente pensando en que si ellos no estuvieran en mi vida, esta sería aburridísima.

Con mucho cariño, Haru.

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