Alguna parte del mundo / 30 de Agosto / 09:12pm
Querida maestra:
Las clases han terminado. No quiero decirle "por fin" pero de igual forma lo escribiré. Por fin han terminado. La verdad es que los últimos días he estudiado bastante y estuve preparada para los exámenes finales, creo que lo hice bien, aún no me han llegado los resultados. Al principio me costó bastante ya que no soy demasiado estudiosa como cuando era pequeña, pero de igual forma trato de mantener un azul siempre en las calificaciones.
Lucas fue el primero en levantarse cuando sonó la campana, corrió por los pasillos gritando "¡Des vacances!" y abrió las puertas de la escuela como si fuera un encarcelado desesperado por aire libre. Me da mucha gracia acordarme de como salió luego de que terminaran.
Estábamos caminando hacia mi casa cuando Aiden me dice que revise su bolsillo de la chaqueta, extrañada lo hice con delicadeza y ahí estaban mis chocolates, mis tan preciados chocolates. Sonreí como una tonta. Me encantaba (y me encanta) que me hiciera esos pequeños obsequios, me era indispensable el hecho de que él algún día ya no lo hiciera. Estaba acostumbrada a su voz diciendo "Saca una bolsa de chocolates que está en mi bolsillo". Lo quedé mirando con ternura y él solo se hizo el desentendido con mi acción. A veces me resultaba bonito cuando él se hacía el que no le importaba pero en verdad estaba tan rojito cuando se daba la vuelta. Lucas nos quedó mirando sonriente.
"Oh, tengo que buscar algo por aquí, ¿Me esperan?" Preguntó con actitud sospechosa. Los dos asentimos sin decir nada. Nos quedamos solos, incómodos, Aiden no hablaba nada. Abrí la bolsa de chocolates y solo comencé a comerlos para hacer algo con mis manos. Miraba mi exterior, tratando de distraerme con el paisaje, tratando de pensar cosas para no sentirme tan silenciosa por dentro.
"E-eh..." Trató de hablar el chico a mi lado. Le observé inmediatamente poniéndole toda mi atención. "¿Por qué te gustan tanto?" Mi mirada se tornó confusa, no sabía de qué estaba hablando, hasta que apuntó la bolsa en mis manos.
"Oh... Y-yo... No lo sé. Es solo que me encantan." Tímida sobé mi brazo y seguí comiendo. Quería hacer conversación, pero realmente no sabía qué decir. Sentí mi rostro arder porque él no quitaba su mirada de mí. Sus ojos eran tan intensos que por momentos me asustaban.
"¿De verdad, no te molesta que a Lucas le guste Kaedé?"
"Por supuesto que no." Negué. ¿Por qué iba a molestarme?
"Bueno, supongo que tampoco te molesta que si él llega a tener algo con ella pasen más tiempo juntos que con nosotros. Ya sabes, así se ponen los chicos cuando tienen novia. Se alejan de los amigos." Su voz llevaba un poco de pesar. Creo que el saber eso le molestaba bastante.
"Lu no es así. Estoy segura de que él no se va a alejar si tiene algo con mi hermana. A demás... No, no lo creo." No había pensando en eso. De igual forma, Kaedé estaba siempre ocupada. No tendría tiempo para... Lucas. Maestra, ahora que lo pienso mejor, mi hermana no tendría nada de tiempo para mi amigo. Nada de nada. Ella ya lo rechazó una vez... ¿Cómo hacer para que no lo vuelva a hacer y salga con él sin problemas?
Esperamos por un largo rato a Lu quien volvió con una sonrisa de oreja a oreja con nosotros, nos entregó una pequeña caja a cada uno. La mirada del de cabello negro y la mía se tornaron curiosas. Nunca habíamos recibido aquello de Lucas, tampoco era nuestro aniversario de amigos, era un día cualquiera.
"Ábranlo. No sabrán que hay dentro hasta que lo abran." Se rio de nuestros rostros. Los dos desatamos la cinta de la pequeña caja al mismo tiempo. Una cadena de plata estaba allí, delicada, brillante, hermosa. Observé la de Aiden, era la misma.
H + A + L
Esas letras estaban cuidadosamente grabadas en la plata. Cubrí mi boca con sorpresa y alegría. Era lo mas hermoso que habían hecho por mi en toda mi vida. Eso significaba mucho. Aunque de alguna forma me daba pena recibirlo, se veía muy costosa, no quería que Lucas gastará tanto dinero en nosotros.
"Son nuestras iniciales. Haru, Aiden, Lucas. Yo tengo la misma, en realidad, los tres tenemos la misma. Los tres mosqueteros."
Mis ojos comenzaron a aguantar lagrimas de felicidad. Estaba muy feliz con esto. Lucas se puso detrás de mi para ponerme el collar. Lo miré detalladamente. Se veía hermoso. Aiden también se lo puso, su sonrisa no era gigante, pero por lo menos era un sonrisa.
Con cariño, Haru.
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TIMIDEZ.
Teen FictionHaru es una muchacha japonesa demasiado sensible, tímida y enamorada que encuentra una manera para poder expresarse: enviarle cartas a su maestra de primaria. Una historia de aventuras, amor adolescente, crudas realidades y amistad incondicional. "...