TIMIDEZ.

Capítulo once.

Alguna parte del mundo / 12 de Julio / 10:07pm

Querida maestra: 

Hoy planeé llevar a Lu a la playa para pasar nuestras ultimas horas juntos. Aiden llevó una manta y chocolates, yo llevé refrescos y algunos pasteles, junto con un pequeño regalo de despedida. Hablamos de muchas cosas. Comimos hasta que nuestras panzas estaban por explotar. Reí de los chistes que Lucas contaba, y luego... llegó el momento de hablarlo. Nos quedamos en silencio por unos minutos. Miramos el mar. El atardecer comenzaba. Las lagrimas brotaban de mis ojos sin yo predecirlo, algunas cayeron a la manta y se deshicieron en la tela.  

"Lucas..." Recuerdo que pronuncié lentamente. Recibí su mirada absoluta de inmediato. Aiden también me observó. "Yo... quiero que sepas que... yo..." No sabía lo que quería decir. Digo, lo sabía, pero no quería decirlo. Sonaba como si me estuviera despidiendo de él largamente, y él solo iría a otro país por unos meses, no para siempre. De alguna forma sentía que iba a ser tan largo el tiempo sin él, tan infinito. Era mi más amado confidente, pero entendía completamente el motivo de su ida. Después de todo su madre era lo más importante para él, para todos nosotros. "Te extrañaré con toda mi vida." 

Una sonrisa cálida apareció en el rostro de mi mejor amigo. Vi como Aiden volvía su mirada hacia el mar. El chico de cabello castaño se acercó a mí y me rodeó con sus brazos, me miró a los ojos y limpió mis lagrimas con sus largos dedos. 

"Yo te extrañaré aún más, mi chocolatito dulce, pero volveré y seguiremos planeando nuestra hermosa boda para cuando seamos adultos." Me sonrió de oreja a oreja arrugando sus hermosos ojos. Subí los costados de mi boca al igual que él y lloré en su pecho. 

"No sabes cuanto te quiero, Lu, te quiero mucho. Y te prometo que limpiaré tu habitación cada tres días para que se mantenga limpia y fresca hasta que llegues, y que te mandaré cartas." 

"Solo quiero que me prometas una sola cosa." Miró a Aiden Bellerose. Le asentí repetidamente. 

"Y a Aiden lo cuidaré con mi corazón entero." Susurré para que el susodicho no escuchara. 

"En realidad, quería que me prometieras que en los meses que no esté tratarás de decirle lo que sientes por él." 

Cubrí mi boca con sorpresa. No podía hacer eso en unos cuantos meses. Imagínese maestra, si no puedo decirle lo que siento y llevamos tantos años conociéndonos, menos podré decirle todas esas cosas en meses. 

Negué en rechazo. 

"Vamos... sé que puedes hacerlo. Si no lo haces no volveré nunca." Cerró los ojos, amenazándome. 

"Tienes que volver, Lu, no puedes hacerme eso." Me aferré más a él. 

"Haru. Prométeme que le dirás que lo quieres." 

Nos miramos por unos segundos. Apreté mis labios y asentí. 

"Bien... ¡Ah, que buen día es hoy! ¿No, mon ami?" Exclamó Lucas con alegría y tristeza mezcladas. El muchacho de uniforme cielo nos observó un poco perdido. 

"Oui..." Murmuró. 

Con tristeza, Haru.