(sabrina claudio - messages from her)
Alguna parte del mundo / 19 de Agosto / 10:23pm
Querida maestra:
Hoy llegó Lucas. Le dije unos días antes de que se viniera que luego de llegar fuera a nuestro lugar. Ya sabe, el LeBlanc'vert. Quería que nuestro encuentro fuera bonito y que lo recordara para siempre. Aiden y Camille estaban allí cuando llegué. Al verlos riendo muy animadamente mi corazón se estrujó, tanto así que comencé a retroceder de la desesperación pero choqué con un fuerte torso de chico. Asustada me di la vuelta recibiendo una sonrisa hermosa.
"¿Qué estas haciendo, Haru? ¿Por qué no avanzas?" Lucas giró su cabeza con una mirada confundida. Luego al ver la escena que yo anteriormente presenciaba me tomó por los hombros y me hizo caminar con él hacia ellos. "No seas cobarde, chocolatito."
"Mon chéri." La chica tocó el hombro de Aiden avisándole que veníamos nosotros. Éste se dio vuelta y como si nada se levantó con rostro serio estirándole el brazo a Lu para un apretón de manos. El chico a mi lado se rio en su cara y lo agarró fuerte para darle un tibio abrazo, que quizás los dos necesitaban. Luego de eso el ambiente era cálido gracias a Lucas, quien contaba sus historias y aventuras del país que había visitado. Después, la atención se fue a Camille.
"¿Por qué viniste, Mille?" Lucas achinó los ojos mientras formulaba la pregunta, como si quisiera averiguar algo.
"Para pasar algo de tiempo con Aiden, por supuesto. Lo echaba mucho de menos, ya sabes, somos amigos desde muy pequeños." Acomodó su brazo junto con el de mi amigo. Evité mirar, no lo quería hacer.
"Pero si se te olvidó por más de seis años que Aiden existía, ¿Por qué justo ahor--?" Fue interrumpido por la voz del de uniforme cielo.
"Ça suffit."
Todo estaba en silencio. Mi mejor amigo castaño se largó a reír y me abrazó por los hombros. Lo conocía demasiado bien como para decir que él estaba escondiendo su enfado mediante una risa. Aiden siguió teniendo la vista en el cielo, como antes lo hacía. Tomé la helada mano de Lu entre las mías para calentarlas. Nunca había presenciado esto. Aiden hablándole tan frío a Lucas, revolvía mi alma. Presenciar aquel momento me hacía tener escalofríos. Quería preguntarle a mi amigo que por qué le decía eso a Camille. Que por qué Aiden le estaba hablando de esa forma. Por qué sentía que era algo malo.
"¿Por qué justo ahora? Querías preguntar." La muchacha habló luego de un buen rato en silencio. Ésta se levantó de repente y miró a mis dos amigos. "Bueno, te diré el por qué, Lucas."
"Camille..." El muchacho de cabello negro negó lentamente, mirándola suplicante. Y luego al darse cuenta de que la chica no le haría caso bajo la cabeza observando frustrado y preocupado el suelo.
"No. Estoy aquí, luego de años, porque no puedo seguir ocultando mis sentimientos por Aiden. Estoy enamorada de él."
Mi vista de pronto se nubló. Las manos de Lucas se apretaron mas con las mías. Me estaba sosteniendo. Mi rostro simplemente se quedó sin expresión. Mientras escuchaba como Lu le decía que aunque así fuera ella no tenía por qué venir, ella le respondía que debía decirlo, que ahora se estaba declarando, mi amigo trató de avisarle que se fuera antes de ser herida, ella gritaba que no, que no se iría hasta escuchar la respuesta de Aiden, que esperaba que fuera positiva por el hecho de ser amigos, y estar acostumbrados el uno del otro.
Lucas me observó frustrado. Quizás sabría la reacción que iba a tener con respecto a esto. Recuerdo su mirada y me dan muchas ganas de llorar. Era como si supiera que todo eso me estaba hiriendo como miles de dagas incrustándose en mi cuerpo al mismo tiempo. Mi corazón estaba en silencio. Casi no sentía los latidos de el. Al levantar la vista fría del suelo, me topé con la mirada de Aiden Bellerose, maestra. Yo no pude resistir demasiado y algunas lágrimas se escaparon de mis ojos. Quería abrazarlo y decirle que yo también lo amaba. Que solo tenía sentimientos puros. Que no me importaba si se iba con ella y si le confirmaba sus sentimientos siendo correspondidos por los suyos. Que solo me importaba verlo feliz.
Me levanté del suelo soltando la mano de Lucas. Los tres me miraron sorprendidos. Con lagrimas en los ojos, el corazón roto, una sonrisa quebrada y el cuerpo débil dije:
"Espero que tus sentimientos sean correspondidos, Camille."
Con cariño, Haru.
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TIMIDEZ.
Roman pour AdolescentsHaru es una muchacha japonesa demasiado sensible, tímida y enamorada que encuentra una manera para poder expresarse: enviarle cartas a su maestra de primaria. Una historia de aventuras, amor adolescente, crudas realidades y amistad incondicional. "...